En noviembre del 2014, Jesús Murillo Karam, en ese entonces titular de la Procuraduría General de la República (PGR) dio a conocer una versión de lo ocurrido con las 43 estudiantes normalistas desaparecidos, según la cual un grupo delincuencial llamado Guerreros Unidos, con ayuda de policías municipales, fueron los responsables de lo ocurrido. Sobre el paradero de los cuerpos, Murillo Karam aseguró que fueron quemados en un basurero de Cocula, Guerrero y que arrojaron sus restos al río San Juan. En diciembre de ese mismo año, un grupo de autodefensas en Guerrero encontró restos óseas en la barranca de La Carnicería, en Cocula. Sin embargo, la PGR decidió ignorar el hallazgo que podría desmentir la versión que ya habían dado a los medios de comunicación.
El 15 de diciembre del 2014, los restos de La Carnicería fueron empaquetados en tres bolsas donde, según relata el medio El País que reveló la omisión, se leía el etiquetado de “material para procesar en el laboratorio”, “fragmentos de hueso quemado” y “fragmentos de huesos quemados y dientes (en cirba)”. Los fiscales Yazmín Jiménez y Alberto Manuel Murciaga no solicitaron que las osamentas se analizaran genéticamente hasta 11 meses y 15 días después, lapso en el cual tampoco se continuaron las investigaciones en la zona.
El 30 de diciembre de del 2015, relata el periodista Pablo Ferri, 4 peritos revisaron finalmente los restos encontrados en la barranca de La Carnicería. Sin embargo, la perito en genética Berenice Avendaño aseveró “no me sirven”, según se lee en el expediente, para descartar que se pudiera extraer suficiente material genético de las osamentas.
Mientras esto ocurría, la versión denominada como “verdad histórica” que la administración del ex presidente Enrique Peña Nieto intentaba mantener, era criticada por organismos internacionales que se involucraron en las investigaciones a petición de las madres y padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. En septiembre del 2015, el informe elaborado por un grupo de expertos independientes enviados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) descartó la versión del basurero en Cocula presentada por la PGR.
Por su parte, el Equipo Argentino de Antropología Forense (EEAF) que ha acompañado a los padres y madres de los 34 desde el 2014, respaldó a la CIDH en su rechazo a la versión oficial que el gobierno de Enrique Peña Nieto se empeñó en mantener hasta que llegó a su fin en el año 2018.
Con el cambio de administración tanto en el poder ejecutivo como en las fiscalías, según recupera El País, se encontraron nuevos restos en zonas cercanas a la barranca de La Carnicería que coincidieron por su perfil genético con Christian Rodríguez, uno de los 43 desaparecidos. Con este hallazgo, la versión de Murillo Karam quedó completamente descartada.
Con el retorno a las investigaciones en torno a la desaparición de los 43 normalistas desaparecidos, los fiscales también revisaron los aciertos de La Carnicería para enmendar la omisión de pasadas administraciones. Pablo Ferri explica que, de permitirlo el avance de la pandemia por Covid-19, los restos encontrados el 15 de diciembre del 2014, los cuales pesan hasta un kilogramo en total, serán enviados al EEAF para su evaluación. En caso de que se encuentre suficiente material genético para el análisis, las piezas seleccionadas serán enviadas a la Universidad de Innsbruck en Austria.
Fue ese mismo laboratorio el que identificó el perfil genético de Christian Rodríguez y el de Alexander Mora. Este último, también uno de los 43 desaparecidos, se presentó como una de las evidencias para sostener la versión de Murillo Karam. Las otras pruebas que presentaron eran testimonios que fueron obtenidos por la PGR a través de tortura, por lo cuál quedaron anulados.
En el documental El paso de la tortuga de Enrique García Meza, se analizan las resoluciones de la CIDH y el EEAF en contraste con la versión oficial. Al retomar el supuesto hallazgo de la PGR en torno a los restos de Alexander Mora, y en vista de que la versión de Murillo Karam fue desmentida, en la película se plantean preguntas acerca de las razones por las que la PGR se encontraba en poder de los restos de Alexander. ¿Cómo es que la PGR encontró los restos de Alexander en las inmediaciones del río San Juan cuando esa versión fue rechazada?, plantea el documentalista.
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