Durante el gobierno de Miguel Ángel Mancera en la Ciudad de México, se conformó una red de espionaje, integrada por nueve ex funcionarios que se dedicaron a vigilar a políticos y servidores públicos de alto nivel.
De acuerdo con el portal SinEmbargo, fuentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) y del Gobierno capitalino, confirmaron que entre los personajes vigilados se encuentran Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard Casaubón (actual Canciller), a Claudia Sheinbaum Pardo (actual Jefa de Gobierno), y otros políticos y servidores públicos.
Es por eso, que dijeron las fuentes al medio de comunicación, las autoridades de la capital mexicana tienen bajo investigación a esta red de espionaje en la que estarían los exfuncionarios: Héctor Serrano, ex secretario de Gobierno de la capital hasta 2015 y hoy es Diputado federal; Gustavo Alberto Caballero Torres, director de Instrumentación de Políticas y de Tecnologías de la Información; Roberto Hernandez Reyna, señalado en diciembre de 2018 como el encargado de dirigir el Centro de Espionaje del Gobierno de la capital, y otros ocho exfuncionarios que laboraban en este departamento.
Las fuentes citadas por el medio aseguraron que estos servidores públicos tuvieron acceso a tecnología de punta, capaz de intervenir celulares, manipular contenidos y activar de forma remota diferentes aplicaciones, así como equipo telefónico y de cómputo, refirieron fuentes de la Fiscalía capitalina y del Gobierno central. Todo pagado con dinero del Gobierno de la Ciudad de México, en ese entonces encabezado por Miguel Ángel Mancera.
De acuerdo con una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), publicada el 22 de septiembre, Miguel Ángel Mancera estableció una red de espionaje dentro de un edificio ubicado en Manuel Márquez Sterling número 15, en la colonia Centro de la capital del país, en donde 30 funcionarios tuvieron acceso a “miles de minutos de conversaciones telefónicas, elaboraron estudios de seguimiento y supuestos planes de seguridad”.
La pieza titulada “Los espías del gobierno de Mancera: un edificio en el centro de Ciudad de México para vigilar a políticos, funcionarios y ciudadanos”, revela que estas instalaciones, contaban con 42 computadoras, 12 motocicletas, 10 automóviles y drones, indumentaria y salarios que fueron pagados con dinero obtenido del presupuesto local.
Parte de las actividades que se llevaban a cabo era la de intervenir las comunicaciones telefónicas de la actual jefa de gobierno y del actual presidente de México.
“Entre los documentos en posesión de esta investigación se encuentra un estudio con fotografías e información sobre propiedades, residencias y puntos de reunión del hoy presidente de México, su esposa e hijos”, revela la investigación.
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) ya integró una carpeta de investigación con un análisis forense informático realizado a los equipos electrónicos, en los cuales encontraron que de entre 2016 a 2018 “miles de minutos de conversaciones telefónicas y mensajes intervenidos de aplicaciones como Telegram, decenas de sábanas de llamadas y el seguimiento de 119 políticos, académicos y funcionarios públicos como la senadora Patricia Mercado —entonces secretaria de Gobierno— o el también senador y ex delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal”.
De acuerdo con la fiscalía local, la persona a cargo de estas instalaciones en el primer cuadro de la ciudad era el integrante de la Policía de Investigación (PDI) Gustavo Caballero. “Caballero, ingeniero en computación, había encabezado la Unidad de Investigación Cibernética en la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, cuando Miguel Ángel Mancera era el titular de la PGJDF”, señala la investigación.
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