La Secretaría de Salud informó el pasado 5 de septiembre que el exceso de mortalidad es de 59% en 24 entidades de la semana 12 al 31 del presente año (16 de marzo al 2 de agosto), ya que fueron 330,050 fallecimiento que reportaron y no 207,285 defunciones como esperaban.
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) también han monitoreado y estudiando dicha situación que se ha presentado en el contexto de la emergencia sanitaria.
Víctor Hugo Borja Aburto, director de prestaciones médicas del IMSS, indicó:“nuestros números de lo que hemos evaluado hasta ahora nos permiten decir que el exceso de mortalidad que hemos observado en el Instituto se debe hasta un 95% por COVID-19, por neumonías, no ha otras causas”.
El IMSS reporta en diciembre, enero y febrero, alrededor de 15,000 muertes en promedio. Mientras que en junio, julio y agosto, que son regularmente los meses con menos fallecimiento, son cerca de 11,000 reportes.
El directivo indicó que durante el mes de julio observaron 21,000 decesos y los estimados era de 11,000 muertes.
“Casi en su totalidad son pacientes que nosotros reportamos de defunciones por coronavirus. Disminuyeron las muertes por accidentes y violencias, por el efecto de permanecer en casa. También disminuyeron las muertes por causas cardiovasculares y metabólicas, porque ahora las muertes que se pudieron observar por esas causas, ahora fueron por COVID-19”, dijo Víctor Hugo Borja
Al mes de septiembre, registran en el IMSS un exceso de mortalidad de cerca de 40,000 decesos y en su mayoría son consecuencia del coronavirus.
“Todavía faltan aquellas muertes que el IMSS no se ha enterado de sus derechohabientes. Los sistemas de información de COVID-19 sólo tienen el lugar de la atención, y lo que nosotros contamos son los derechohabientes y eso falta de regularizar, pero será cuando tengamos todos los certificados de defunción”, explicó Borja Aburto.
En el IMSS consideran que la emergencia no los ha sobrepasado pero si buscan que ya se restablezcan otros servicios que se mantienen en pausa o se dejaron de dar.
El proceso lo iniciaron 1 de septiembre. A la fecha, son 446 unidades de medicina familiar y 38 hospitales de segundo nivel que ya están operando los servicios programados que fueron diferidos en 13 entidades. El mayor número se concentra en Veracruz (118), Sonora (70) y Chihuahua (59).
El director de prestaciones médicas del IMSS puntualizó que un paciente con enfermedades crónicas puede esperar a lo mejor una consulta. En tanto, los enfermos de cáncer continuaron con su tratamiento, indicó, el 80% de las consultas de los derechohabientes del IMSS se dan en el primer nivel, en medicina familiar, y ahí se mantuvieron las consultas.
Las personas que presenta mayores complejidades fueron canalizadas al segundo nivel, pero si el especialista no lo podía atender, fue el médico familiar el que continuó su tratamiento. Especificó que no se le dejaron de atender a los derechohabientes.
El IMSS reconvirtió el 67% de las unidades médicas para la atención de pacientes con coronavirus. En total dispuso de 290 unidades médicas, lo que significó para el Instituto tener disponibles 16,074 camas para atención de COVID-19 y 4,645 ventiladores. Además, se involucraron más 60,000 médicos y enfermeras, se contrataron 20,000 personas.
El director de prestaciones médicas del IMSS precisó que se mantuvieron el 78% de las consultas de medicinas familiar y el 77% de emergencia, de enero a agosto, sin contar la atención de enfermos de coronavirus.
La ocupación hospitalaria que se reporta en la unidades médicas es menor al 50%, lo que les permite retomar a los nosocomios las actividades que tenían previo a la contingencia, “necesitamos regularizar a la Nueva Normalidad para darle continuidad de los servicios”, indicó Borja Aburto.
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