El miedo al crimen organizado ha dejado sin policías al municipio de Juan Aldama, Zacatecas, por temor a que vuelvan quienes asesinaron al director de la comandancia local, Ricardo Barrón Guzmán, y a uno de sus subalternos.
Según ha informado el secretario de Seguridad Pública del estado, Arturo López Bazán, luego del ataque, sólo cuatro de 11 elementos asistieron a la corporación policíaca. El funcionario afirmó desconocer las causas de las inasistencias registradas, y negó que los elementos hayan renunciado.
Mientras tanto, las labores de vigilancia en la región las realizan la Policía estatal, el Ejército y la Guardia Nacional.
El posible detonante del temor de los policías se originó el pasado 19 de septiembre, cuando un comando irrumpió en la comandancia de Seguridad Pública del municipio, para asesinar al director de la corporación, Ricardo Barrón Guzmán, y a uno de sus subalternos.
El ataque ocurrió aproximadamente a las 08:30 horas del pasado sábadado, en la colonia Cerro del Agua. En un comunicado, el Grupo de Coordinación Local de Zacatecas detalló que un grupo criminal, no identificado, llegó a la sede de la Comandancia de la Policía y disparó a la gente que estaba ahí.
El gobernador Alejandro Tello Cristerna informó que instruyó el despliegue inmediato de las corporaciones estatales y federales para ubicar a los responsables de la “cobarde agresión”.
Barrón Guzmán es el segundo director de la Policía Municipal de Juan Aldama que es asesinado. El primero, Víctor Hugo Salazar Varela, antecesor de Barrón Guzmán, fue acribillado junto con su escolta, Juan Manuel Ramírez Serdán, durante una emboscada en la comunidad de La Ciénega, en los límites con el estado de Durango, el 30 de julio del año pasado.
El calvario de los policías
La sangría que se vive en el país, incluye los asesinatos a policías, que tan sólo en lo que va del año, suman 394.
De acuerdo con la asociación civil Causa en Común, esta cifra que refleja las bajas en las corporaciones de seguridad pública de México, “convierte la labor policial en una profesión de altísimo riesgo, pues un policía tiene cuatro veces más probabilidad de morir asesinado que un ciudadano promedio”.
También advierte que las autoridades mantienen a los agentes en el abandono absoluto, sin presupuesto suficiente para comprar equipo y sin capacitación adecuada
Los indicadores recabados por Causa Común subrayan que sólo en dos entidades, Baja California Sur y Campeche, no se registran crímenes contra elementos policiales.
En cambio, en el resto de la geografía mexicana ha habido, en este año, por lo menos un homicidio de este tipo, siendo Guanajuato el puntal de la violencia, con 69 decesos de policías. Le siguen Estado de México, con 32 muertes de agentes; Veracruz, 30; Guerrero, 29; Chihuahua, 28; Michoacán, 19; Ciudad de México, 18. En el octavo lugar se encuentra Baja California empatado con San Luis Potosí, con 17 asesinatos de gendarmes municipales y estatales.
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