El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recibió en la tarde de este lunes en Palacio Nacional al director ejecutivo mundial de Coca-Cola, James Quincey, para tratar diversos asuntos, como el nuevo etiquetado o las campañas de nutrición.
“Me visitó el director ejecutivo a nivel mundial de Coca-Cola, James Quincey. Hablamos de varios temas: apoyo a pequeños comerciantes, impuestos, la campaña de orientación nutricional, etiquetado e inversiones", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
En el encuentro, que AMLO describió como “respetuoso, constructivo y franco”, participaron además otros cargos importantes de la multinacional de refrescos, como el presidente y director de operaciones de Coca-Cola Company, Brian Smith; el presidente de la unidad de negocios de Latin Center, Roberto Mercadé; y el vicepresidente de Asuntos Corporativos de Coca-Cola México, Joan Prats.
También estuvo presente Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República.
Aunque la administración de López Obrador no reveló los pormenores de los temas que se abordaron en la reunión, la Industria Mexicana de Coca-Cola sí dio a conocer más detalles del plan que presentaron al mandatario.
En un comunicado, explicaron que para impulsar la reactivación de la economía nacional, apoyarán a más de 1.2 millones de pequeños comercios -tienditas, puestos de comida y fondas-, a través de programas promocionales, formación, créditos, infraestructura o soporte para la digitalización.
Además, aseguraron que seguirán invirtiendo y apostando por el desarrollo del país, así como promoviendo el crecimiento del sector agropecuario; por último, plantearon su compromiso con la salud de la población.
“Por un México más saludable, continuaremos reduciendo las calorías de nuestras bebidas y promoveremos que las personas tomen decisiones informadas sobre su hidratación, consumo calórico y requerimientos nutrimentales”, agregó.
La reunión que sostuvo AMLO con los altos directivos de Coca-Cola Company sorprendió a muchos, ya que se produjo sólo dos meses después de que el subsecretario de Salud, Hugo-López Gatell, calificara los refrescos y otras bebidas azucaradas como “veneno embotellado”, o “pintura con azúcar".
“¿Para qué necesitamos el veneno embotellado, el de los refrescos? ¿Para qué necesitamos donas, pastelitos, papitas, que traen alimentación tóxica y contaminación ambiental”, dijo entonces el funcionario público.
Los dichos del subsecretario, quien pidió a los ciudadanos dejar de consumir este tipo de productos porque dificultaban la recuperación de los pacientes con COVID-19, generó la tensión entre el gobierno federal y la industria refresquera. Desde la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) condenaron las palabras “estigmatizantes” del subsecretario y se quejaron del “trato inequitativo hacia el sector”.
A pesar de la reacción de las empresas de refrescos, muchos expertos aplaudieron la valentía del funcionario. Tal es el caso del doctor Simón Barquera, Director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), quien reveló en entrevista con Infobae México que en la República unas 25,000 muertes al año se asocian a la ingesta de bebidas azucaradas.
“Definitivamente el consumo de bebidas azucaradas es una práctica que deberíamos reducir al mínimo posible. Es como consumir dulces líquidos, y se ha visto en muchos estudios que está asociado con un gran daño a muchos órganos del cuerpo”, explicó Barquera. “Que el secretario tenga el valor, por primera vez un funcionario público, de señalar este tipo de cosas, y que lo quieran censurar cuando se está diciendo la verdad, pues es terrible”, agregó, refiriéndose a las palabras de López-Gatell.
Según detalló el experto del INSP, las personas que consumen regularmente refrescos se exponen a padecer obesidad, que está hilada con más de 14 enfermedades crónicas, como cardiovasculares, diabetes o hipertensión. Estas afecciones, reiteró, complican la recuperación de un enfermo de COVID-19.
Solo semanas después del mensaje del subsecretario, el Congreso de Oaxaca hizo historia al aprobar, por primera vez, una ley que prohíbe vender a niños y adolescentes comida chatarra, como productos industrializados, y bebidas azucaradas. La decisión de la entidad, llevó a otros estados a promover regulaciones similares. Mientras que en Tabasco ya se votó y aprobó una ley, los diputados de Chihuahua, Colima, Jalisco, Hidalgo o el Estado de México analizan en estos momentos propuestas en ese sentido.
A las palabras del funcionario federal y las iniciativas de distintos Congresos para impedir que los más pequeños consuman altas cantidades de azúcar, se unió el lanzamiento de un nuevo etiquetado que busca simplificar la identificación de los ingredientes.
En esta leyenda, no se segregan los azúcares u otros componentes en distintos nombres técnicos y desconocidos para el consumidor, sino que se leen de forma clara las siguientes inscripciones: “Exceso azúcares”; “Exceso de grasas saturadas”, “Contiene edulcorantes, no recomendable en niños”, o “Contiene cafeína, evitar en niños”, entre otras.
“En el nuevo etiquetado todos esos azúcares los van a tener que poner juntos en la etiqueta, y van a tener que sumar las calorías de todos los tipos de azúcares. Antes como los ponían separados, uno buscaba y decía ‘a ver cuánto tiene de azúcar; ah, pues no tiene mucho’, pero uno no sabía que había muchos tipos de azúcares en el etiquetado, entonces, eso ya se va a corregir”, explicó al respecto el doctor Simón Barquera.
Todas estas acciones, dirigidas a disminuir el consumo de productos ultra procesados y perjudiciales para la salud, acentuaron la tensión entre el gobierno federal y la industria refresquera. Y precisamente por esto, la reunión de AMLO con altos directivos de Coca-Cola este lunes pasmó a miles de usuarios en redes sociales, al entender que era contraria a las consignas del subsecretario de salud.
Muchos criticaron el encuentro y opinaron que la multinacional buscaba en realidad ejercer presión ante las diferentes medidas que perjudican al sector de refrescos en México, uno de los cuatro países del mundo que más consume este tipo de bebidas, junto con EEUU, Chile y Argentina.
“@lopezobrador_ ¿Entonces ya la Coca-Cola no es neoliberal ni responsable de las muertes de COVID? Avísele a Gatell...”, comentó la usuaria Nina Rios (@RiosCorona2222).
“@lopezobrador_ No ceda ante la verdadera ambición de ellos, que es en el fondo vender más y más su producto, son muy poderosos, no por nada quisieron acercarse ante este etiquetado”, apuntó @lilloscar.
Para otros, sin embargo, el hecho de que el mismo James Quincey viajara hasta México para reunirse con el mandatario, es muestra de la contundencia de López Obrador, que no se sometió a la compañía y mantuvo su postura acerca de la necesidad de proteger la salud de los ciudadanos.
“Miren qué grande y fuerte saben que es nuestro presidente y tuvo que venir uno de los ‘importantes’ para calmar las aguas. Saben que están ante un ser humano incorruptible y que no trabaja para ellos ni nadie. Ahora tendrán que trabajar honestamente", comentó @SophieHuitzilin.
“Muy bien Señor Presidente. El diálogo con grandes empresas es indispensable para este país donde tantas personas dependen de un empleo. Sin quitar el dedo del renglón de los etiquetados y hacer conciencia a la gente de lo que consume”, agregó @Nidia2562.
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