María Elena Ríos, la saxofonista oaxaqueña que fue atacada con ácido el 9 de septiembre de 2020, reclama que el proceso penal contra sus agresores no ha comenzado.
Uno de los implicados, Juan Antonio Vera Carrizal, ex pareja de la joven y exdiputado local del PRI, ha sido señalado como el autor intelectual de los hechos. En marzo pasado, el hombre que compartía una relación sentimental con María Elena se entregó a las autoridades.
En un reportaje del diario El País, la joven cuenta el temor que le causa pensar en que Vera Carrizal podría quedar libre. Luego de ver imágenes en las que el sujeto aparece entrando por la puerta de la Fiscalía de Oaxaca sin ser esposado y estrechando la mano con policías, le aterra la idea de que si queda en libertad intente nuevamente atentar contra ella.
“Si fue capaz de hacerme esto cuando le dije que ya no quería estar con él, ahora que todas las personas saben lo que hizo, si queda libre puede atentar contra mí y mi familia”, dijo la saxofonista al medio español.
Otro factor que ha retrasado el proceso es la epidemia por coronavirus, no obstante, Ríos señala que las órdenes de aprehensión no pueden esperar, ya que se trata de una acción primordial para la sociedad.
Hasta la fecha me despierto temblando, asustada y quiero que acabe esta pesadilla. La espera a que llegue el proceso legal está siendo muy larga y muy desgastante porque en México, lamentablemente, para que la Justicia nos abrace a las mujeres hay que exigirlo. Las órdenes de aprehensión no se deben de frenar ni omitir aunque haya dos o tres pandemias porque es una acción primordial para la sociedad
Además de Vera Carizzal, de 49 años de edad, tres sujetos más fueron detenidos al momento del ataque. El cuarto implicado, quien continúa prófugo de la justicia, es el hijo del ex funcionario.
De acuerdo con la Fiscalía oaxaqueña, el ataque que sufrió María Elena costó 30,000 pesos. Gracias al apoyo de su familia, el caso de la saxofonista no ha quedado en el olvido.
Su hermana Silvia, su padre y su madre han ejercido presión para que tanto el gobernador de la entidad, Alejandro Murat, como el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador se pronuncien sobre el tema. “Que se haga justicia”, señaló el mandatario federal en diciembre pasado.
Para María Elena Ríos no es fácil recordar el momento en el que un hombre le roció ácido en la cara. Sucedió cuando acudía a una cita para tramitar el pasaporte de un cliente. La joven de 27 años asegura que el ataque se concretó en cumplimiento de la orden de su expareja.
“Decía que era mi dueño, que me iba a hacer un hijo, que sin él yo no era nada, que si lo dejaba Dios me iba a castigar… él se sentía Dios al creer tener el derecho de arrebatarme la vida”, relató María Elena en una de sus primeras declaraciones después de permanecer en tratamiento médico durante varios meses.
“Yo también tengo un tatuaje, ¿y por ello me tienen que denigrar? Es mi cuerpo y nadie tiene el derecho de tocarlo ni maltratarlo y conmigo lo hicieron. La Fiscalía de Oaxaca no quiere, no puede o no tiene la capacidad de ejecutar la quinta orden de aprehensión?”, señala la joven en entrevista con El País.
Estos meses, la saxofonista oaxaqueña ha recibido el apoyo de muchas mujeres que, al igual que ella, han sido víctimas de un acto de violencia en su contra".
“Me hacen sentir verdaderamente abrazada. Somos supervivientes de este sistema patriarcal tan nefasto en el que estamos. En México no todo es bonito. Esa parte de la cultura que es el machismo y la misoginia genera violencia física y psicológica, las que lo vivimos en carne propia lo sabemos”, comentó la joven.
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