El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) ha crecido como la espuma pero la consolidación de su poder se ha topado con un obstáculo en diversas partes del país: la fragmentación del narcotráfico en los últimos años.
“Frente a él tiene viejos cárteles o a grupos de jóvenes con fuertes arraigos locales que no parecen dispuestos a ceder territorios”, dice Victoria Dittmar en un análisis para Insight Crime.
Los grandes cárteles de la droga como el CJNG liderado por Nemesio Oseguera El Mencho o el de Sinaloa comandado por Ismael El Mayo Zambada tras la captura de Joaquín El Chapo Guzmán son los grupos grandes y con gran presencia en el territorio pero no están solos.
En la Ciudad de México, el gobierno federal considera que el CJNG tiene incursiones “esporádicas”, aunque su presencia se registra en diversas alcaldías de la capital. Entre ellas están Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc. Después se extendieron a Iztapalapa, Benito Juárez, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, según el reporte de El Universal.
El gobierno de México actual ha identificado 37 grupos de narcotraficantes con presencia y operaciones en el territorio nacional, pero es una cifra conservadora que podría escalar varias centenas y ser un obstáculo para que los grandes cárteles, como el liderado por El Mencho dominen en su totalidad el tráfico de estupefacientes y actividades ilícitas paralelas, de acuerdo con diversos estudios de consultorías dedicadas a la investigación de la delincuencia organizada.
En México se han identificado 463 grupos criminales con operaciones en el territorio nacional entre 2009 y 2019, según un análisis de Crisis Group titulado Más que carteles: contando las organizaciones delictivas en México.
“Las organizaciones criminales mexicanas se han vuelto cada vez más pequeñas y sus actividades se han restringido a lugares cada vez más específicos”, explica Crisis Group como la causa de esta fragmentación y proliferación de grupos delictivos asociados al tráfico de drogas.
Y es que tener presencia no es igual a dominar, de acuerdo con un análisis de Insight Crime. Dominar implica tener control del territorio a través de conocimiento y control de rutas de escape, operativos de las autoridades, casas de seguridad y la lealtad de la población según el reporte. Todos esos elementos son más cercanos a las pequeñas organizaciones de un territorio que para un cártel que llega y quiere hacerse del control y el dominio.
“La estructura de los poderosos grupos criminales de México no es clara actualmente. Las lealtades cambian con regularidad en medio de una continua fragmentación (...) la creciente fragmentación del hampa en el país indica que, mientras algunos grupos caen, son reemplazados por otros más violentos”, considera el analista Parker Asmann, de Insight Crime en un reporte de la organización.
El CJNG domina en seis estados de los 32 que integran México: Jalisco, Nayarit, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro y Veracruz, de acuerdo un mapa de la presencia territorial del cártel comandado por El Mencho elaborado en 2020. En 18 entidades tiene influencia y en cinco su presencia es mínima, principalmente en el sureste del país.
En algunos lugares se disputa el control con el poderoso Cártel de Sinaloa, que en historia y alcances le lleva varios años de ventaja. Pero en otros sitios el CJNG se topa con organizaciones criminales locales con las que tiene que pactar o enfrentarse. Otra estrategia que ha utilizado es de alguna manera arropar células locales que se asociación o bien son escisiones de grupos locales.
De esto último, se pueden enumerar algunos grupos que en su nombre incluyen el “Nueva Generación”: Cártel Tijuana Nueva Generación, el Cártel San Luis Potosí Nueva Generación o la Unión Tepito Nueva Generación.
El CJNG se disputa el territorio del norte con el Cártel de Sinaloa. Su obstáculo es la presencia añeja de su rival en la zona, lo que evita que se haga de contactos y vínculos incluso con autoridades locales, dice Insght Crime. En Chihuahua se topa con La Línea, Los Salazar y en Tamaulipas con el Cártel del Noreste y los Zetas Nueva Sangre, según el periodista Óscar Bladeras citado por Insght Crime.
En Guerrero, Michoacán y Estado de México tampoco la tienen fácil pues se encuentran con al menos 20 células criminales tan sólo en la zona de Tierra Caliente, de acuerdo con un conteo de Crisis Group. Unos nombres: el Cártel del Abuelo y Los Viagras. En la Ciudad de México se topó con la Unión Tepito, aunque su presencia se ha sentido más en meses recientes, luego de estar detrás del atentado contra el secretario de Seguridad Pública local, Omar García Harfuch, según los dichos de él mismo.
En la Riviera Maya se enfrenta de nuevo al Cártel de Sinaloa remanentes de Los Zetas y Los Pelones.
La fragmentación del crimen resulta así una piedra en el camino para el Cártel Jalisco Nueva Generación y su objetivo de ampliar su zona de dominio.
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