Los vestidos más criticados de las esposas de los presidentes en las celebraciones del Grito de Independencia

Durante las ceremonias del Grito de Independencia el presidente de México siempre es acompañado por su esposa en el balcón del Palacio Nacional. Mientras el traje del presidente en turno casi nunca es observado, la vestimentas de las esposas siempre es comentado.

En la segunda ceremonia de Andrés Manuel López Obrador, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller utilizó un vestido que fue causa de memes y burlas en internet casi instantáneamente.

Sin embargo, no solamente ella ha sido blanco de críticas debido a la vestimenta que ha escogido. A lo largo de los años las primeras damas han sido criticadas ya sea por sus elecciones en prendas, o por el costo de las mismas.

Margarita Zavala

La esposa del panista Felipe Calderón fue duramente criticada desde el primer 15 de septiembre que se asomó por el famoso balcón.

En 2007 la ex primera dama optó por un traje de dos piezas: un pantalón en un tono lila con una blusa blanca, ambos en estilos muy sueltos. Acompañó su look con un rebozo a la cintura y que hacía juego con el pantalón y los zapatos. Pero muchos describieron su estilo de esa noche como algo flojo, pues su peinado también parecía un poco simple.

Para el 2008, Zavala parecía haber tratado un poco más, pues optó por una vestimenta tradicional de colores sobre negro (un color más elegante). Su conjunto era una falda completamente negra, mientras que su blusa eran coloridas flores. Pero lo que no terminó de convencer fue el poco esfuerzo que hizo con su cabello.

En 2009 su estilo fue alabado un poco más. Pero en el 2010, año del Bicentenario de la Independencia, la crítica volvió por Zavala. Esta vez, la abogada usó un vestido de seda en azul marino. Pero, este fue combinado con una botonadura como utilizan los charros en sus trajes del lado izquierdo. Mientras que unos olanes se desprendían del lado derecho y llegaban hasta abajo.

Angélica Rivera

El estilo de la ex esposa de Enrique Peña Nieto nunca fue cuestionado, pero el precio que se pagaba por mantenerlo, siempre le pareció excesivo a sus críticos. Mientras el sexenio de Peña Nieto pasaba por uno de los peores momentos, Angélica Rivera mostraba vestidos que relucían la elegancia y lo excéntrico de su guardarropa. Esto se vio tanto en sus viajes presidenciales, como en las fiestas patrias.

En el 2013 se mostró con un diseño del tapatío Benito Santos: vestido largo de encaje en color verde bandera y de un costo de 120 mil pesos.

Para el año 2014 acompañó al presidente con un vestido que costó 80 mil pesos y fue creación del diseñador dominicano Óscar de la Renta.

En el 2015 Angélica Rivera utilizó un vestido tipo imperio, color marfil, con un top cruzado de escote a medio hombro satinado, con un costo alrededor de 80 mil pesos, diseñado por el mexicano Alejandro Carlín.

Y en el 2017 decidió utilizar un vestido sin hombros color negro en corte imperio y flores bordadas en color plata, esto como señal de luto por los sismos ocurridos en Oaxaca. Siendo las flores manufacturadas por los artesanos oaxaqueños. Este vestido fue diseñado por Kris Goyri y costó alrededor de 28 mil pesos.

En el último grito, del 2018, en donde Angélica Rivera acompañó Peña Nieto, usó un vestido de falda amplia con un gran atado al frente y de color rojo vivo como la bandera, diseñado por Alejandro Carlín. Y aunque se dijo que fue un obsequio por parte del diseñador, la pieza tiene un costo, alrededor de 42 mil pesos.

Beatriz Gutiérrez Müller

El primer año de la doctora en teoría literaria por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) utilizó un vestido verde, con encaje negro de la marca Mussi. La especialista en imagen, Bárbara González, calificó su estilo como “discreto y sobrio”. Aunque, los accesorios no fueron de su agrado.

Para la ocasión el segundo festejo, que fue en medio de una pandemia, Gutiérrez Müller usó una pieza de mangas largas color beige con tonos amarillos y anaranjados en la parte de abajo. Destacaron los detalles bordados de flores y mariposas en la parte frontal del vestido, en los hombros, la espalda y en las mangas.

Aunque no se dio a conocer la procedencia del mismo, se informó en la Revista Clase que no se trató de la marca antes mencionada, una de las preferidas de Gutiérrez Müller. Esta línea donó los vestidos de la académica para otros tantos eventos oficiales en los que se hizo presente la también investigadora en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la BUAP.

No obstante, la combinación de colores hizo que su vestido fuera comprado con un flan, un postre típico mexicano y con un capuchino. Por lo pronto, aún faltan cuatro presentaciones más de Gutiérrez Müller, en donde podrá redimirse, o podrá usar estilos que dividan a la crítica.

MÁS SOBRE ESTE TEMA