Este 19 de septiembre una persona de más de 80 años falleció tras ser atacada por un enjambre de abejas africanas en Villahermosa, Tabasco.
De acuerdo a El Heraldo los hechos ocurrieron mientras la víctima limpiaba la hierba de un predio localizado en la calle Río Grijalva de la Colonia Gaviotas Sur en la mencionada ciudad.
Al a ser picado en múltiples ocasiones por el enjambre el hombre solicitó auxilio de los vecinos cercanos quienes trataron de ayudarlo sin tener éxito.
Cuando arribaron los paramédicos y elementos del Instituto Estatal de Protección Civil, el hombre ya no presentaba signos vitales, por lo que no pudieron hacer nada por él. Posteriormente el Cuerpo de Bomberos confirmó que el ataque había sido por un enjambre de abejas africanas.
Tras la muerte del hombre identificado como Adolfo Morales, las autoridades procedieron a desalojar a aproximadamente 50 vecinos que habitan en las casas aledañas debido a que el enjambre continuaba en la zona.
¿Cuándo llegaron las abejas africanizadas a México?
De acuerdo a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), las abejas africanas arribaron a México en 1968 y desde entonces han representado un peligro latente para la población, pero principalmente para los apicultores.
La dependencia señala que el proceso de africanización consiste en el establecimiento de las características dominantes de la abeja africana (Apis mellifera scutellata), sobre las colonias de abejas europeas. Es decir, que los genes de las africanas comienzan a ganar terreno sobre las europeas.
De tal modo, la africanización resulta un problema debido a que estas abejas presentan características específicas como:
- Mayor comportamiento de enjambrazón (reproducción)
- Problemas de evasión: abandono de la colmena ante situaciones de estrés
- Pillaje, es decir, el robo de alimento y ataque a otras colonias de abejas.
- Agresividad, genera un mayor número de incidentes por picaduras en personas y animales.
Según la Sader, el problema de esta abeja radica en su carácter genético y de adaptabilidad, por lo que no es posible su erradicación, por ello es que las autoridades deben mantener medidas de control continuas, orientadas a reducir la defensividad de las abejas y manteniendo sus características de productividad.
Jennifer Fewell, profesora de la Universidad Estatal de Arizona, señaló para la BBC que a diferencia de las abejas melíferas, esta subespecie es extremadamente sensible a la presencia de seres humanos, por lo que no es necesario perturbarlas para que estas activen su sistema natural de alarma.
“Por lo general atacan los ojos y la cara. También pican en el cuerpo, pero por lo general atacan las áreas más oscuras”, apuntó la especialista.
Detalló que el veneno de estas abejas no es más tóxico que el de las melífera o europeas, pero lo que las hace mortales es la cantidad de abejas que atacan, pues se agrupan para hacerlo.
“Las feromonas que liberan cuando van a atacar -de un olor parecido al de la banana- le avisa al resto de la colonia para que se sume al ataque”, dijo para la BBC.
Por su parte, Juliana Rangel, profesora de apicultura del departamento de entomología de la Universidad de Texas dijo a la BBC que dicho aroma puede detectarse en un área amplia, lo cual las hace más peligrosas considerando su perfil agresivo.
“Si perturbas a una colonia de abejas europeas puede que te piquen algunas. Si es una colonia de abejas africanas, tendrás cientos de picaduras”, detalló Rangel.
Según la especialista no hay mucho que uno pueda hacer para espantarlas, por lo que la única opción es correr lo más rápido posible.
“Incluso saltar al agua es mala idea. Las abejas estarán esperándote hasta que salgas a respirar”, explicó Rangel.
Cabe señalar que es difícil distinguirlas a simple vista, ya que se ven similares a las abejas europeas, pues su principal distintivo es su actitud agresiva.
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