En la víspera de la rifa del avión presidencial mexicano, la venta de boletos vuela apresurada porque todavía quedan 30% de los billetes pese a estar disponibles desde hace más de seis meses.
Frente a la sede de la Lotería Nacional, donde la tarde de este martes será el sorteo, la premura es notoria entre empleados del organismo, vendedores callejeros y compradores, en su mayoría simpatizantes del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Así lo demuestra Gloria Morales, quien ya había comprado ocho boletos, pero ha llegado por cuatro más para respaldar la rifa organizada por López Obrador, quien promete invertir lo recaudado en hospitales públicos.
“Me gustó y a ver cómo nos va, y para ayudar a la situación, para el equipo médico, en eso pensamos”, cuenta a Efe la mujer, quien compraría una casa si gana uno de los 100 premios de 20 millones de pesos (casi 950.00 dólares).
VENTA EN TURBULENCIA
Pero no todos comparten el entusiasmo de Gloria.
Hasta ahora solo se han vendido 4 millones 179.000 “cachitos”, el 69.65% del total, lo que representa ingresos por 2,089,5 millones de pesos (más de USD 198 millones), reconoció este lunes Ernesto Prieto, director de la Lotería Nacional.
“Muchos de esos expendios se quedaron con billetes ya a su cargo para venderlos y nosotros, también los billeteros de la Ciudad de México, tienen billetes para estar vendiendo el 14 y 15”, comentó Prieto en la rueda de prensa matutina de Palacio Nacional.
Uno de esos vendedores es Jesús Daniel Martínez, quien percibe bajas ventas a pesar de los paseantes que se fotografían frente a la Lotería con el boleto del mediático sorteo que López Obrador anunció en enero.
“Hay lugares donde está muerta la venta, no hay nada, yo vendo los domingos en la Calzada del Hueso y allá nada más se vendieron como 18 cachitos. Hay lugares donde se está vendiendo bien y hay lugares donde no hay mucha venta. Al final de cuentas es un sorteo más”, relata el billetero.
DE LA PROMESA A LA POLÉMICA
Deshacerse del avión, un Boeing 787 valorado por la ONU en USD 130 millones, es una de las principales promesas de López Obrador, quien en campaña lo tachó como un ejemplo de los derroches del “periodo neoliberal”.
Aunque al inicio contempló sortear el vehículo entre los ciudadanos, después rectificó que rifaría su equivalente en efectivo.
“Ya les adelanto que cumplimos con la meta de obtener para pagar los premios, ya eso está resuelto”, afirmó el mandatario por la mañana.
Pero la rifa despierta críticas de opositores, quienes acusan al presidente de montar un espectáculo tras fracasar en la venta de la aeronave.
La polémica arreció este fin de semana, cuando el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) distribuyó billetes a 951 hospitales públicos aunque lo recaudado se destinará justamente a comprar equipos médicos.
Aun así, hay ciudadanos que piden unidad, como Víctor Estéves, quien compró un total de 12 boletos.
“Ese es el problema, si no quieren comprar que no compren, pero también que no estén metiendo tanta bulla, cada quien se gasta su dinero donde quiere”, argumenta.
En tanto, Minerva Tenorio advierte al presidente que vigilará que cumpla con su promesa.
“Si es para lo que él dijo, que es para ayudar a los hospitales y a la gente que lo necesita, sí está muy bien”, opina tras comprar dos “cachitos” a contra reloj.
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