Los ataques a los miembros de la prensa en México cada vez preocupan más a organismos internacionales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual denunció este problema a través de su Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien también destacó la creciente participación de los militares en los asuntos públicos del país.
Durante la sesión 45 del Consejo de Derechos Humanos, el cual se lleva a cabo en Ginebra, Suiza, la ex presidenta de Chile señaló que “en México, al menos cuatro periodistas y siete defensores de derechos humanos han sido asesinados durante el 2020”.
La representante de las Naciones Unidas también hizo un llamado al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con el fin de que se mejore la “efectividad del Mecanismo Nacional de Protección para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas” que actualmente funciona en el país.
Respecto a la relación de las autoridades gubernamentales con los integrantes de la prensa, Bachelet también pidió que las primeras no sean las responsables de incrementar la vulnerabilidad de las segundas por medio de ataques difamatorios que los pongan en riesgo de sufrir otros tipos de violencias.
“Hago un llamamiento a todos los gobiernos para que se abstengan de desacreditar a los defensores de los derechos humanos y a los periodistas, exponiéndolos a un riesgo mayor de sufrir ataques. Exhorto porque con determinación se investigue y enjuicie a los autores”, comentó Bachelet.
Y es que desde su perspectiva, tanto en México, Colombia, Honduras y Brasil, una cantidad “alarmante de periodistas y defensores de los derechos humanos siguen siendo intimidados, atacados y asesinados, en particular los que se dedican a proteger el medio ambiente y los derechos de la tierra”.
De acuerdo con datos de la organización Artículo 19, durante el primer semestre del 2020, en México, un periodista fue agredido cada 10.75 horas. Además, entre enero y junio se documentó un aumento de 45% en las ataques hacia este gremio, pues pasaron de 280 en el 2019 a 406 en el 2020.
Los estados de la República Mexicana que más se han visto afectados por los ataques a la prensa y, por lo tanto, a la libertad de expresión son la Ciudad de México, Puebla, Oaxaca, Veracruz y Quintana Roo.
Cabe mencionar que el 2019, es decir, el primer año del mandato de Andrés Manuel López Obrador fue el más violento para los periodistas, según la misma organización, pues se contabilizaron 609 agresiones contra reporteros a lo largo del país.
Sin embargo, al comparar esa cifra con los ataques acontecidos durante los primeros seis meses de este año, el 2020 ya alcanzó el 66% de los casos que sucedieron en el 2019, por lo que de continuar con esa tendencia, este sería el año más violento para la prensa desde que Artículo 19 tiene registro.
Además, durante el primer semestre se han registrado cuatro asesinatos de periodistas: el de María Elena Ferral, en Veracruz; el de Jorge Armenta, en Sonora; el de Pablo Morrugares, en Guerrero; y el de Julio Valdivia, en Veracruz.
Este último sucedió el pasado 9 de septiembre y él ya había sido amenazado meses atrás, pero la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas dijo desconocer la situación, por lo que trabajaba sin medidas especiales de protección a pesar de informar sobre el narcotráfico en la zona.
Respecto a la participación de las fuerzas armadas en las las tareas públicas, la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU aceptó que en México, El Salvador y Brasil se ha notado una mayor ocupación, lo cual está relacionado con los complejos contextos de seguridad por los que están pasando; sin embargo, acotó diciendo que “cualquier uso de las fuerzas armadas en la seguridad debe ser estrictamente excepcional y bajo supervisión efectiva”.
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