Lo que comenzó como una ocurrencia en enero se concreta este martes aunque sea de modo simbólico: la rifa del avión presidencial mexicano, una de las principales promesas del actual mandatario, Andrés Manuel López Obrador.
Desde las burlas en redes sociales hasta las críticas del espectáculo político, estas son las cinco claves que explican la turbulencia causada por el sorteo, que se celebra esta tarde en la sede de la Lotería Nacional.
1. #NoEsBroma
La etiqueta #NoEsBroma se volvió tendencia el 17 de enero, cuando el presidente anunció la rifa como una de cinco opciones, que incluían venderlo a un estadounidense anónimo, intercambiarlo con Washington por equipo médico, ofrecerlo “en partes” a 12 empresas mexicanas y alquilarlo por horas.
Tras confesar que disfrutó los memes en los que ciudadanos bromeaban sobre lo que harían con el avión, López Obrador mostró 10 días después el diseño del boleto del sorteo.
Para demostrar que iba en serio, el presidente compró el primer billete en marzo con el número 0.000.000 por su valor de 500 pesos (casi USD 24).
2. El premio simbólico
Aunque al principio contempló sortear el vehículo entre los ciudadanos, después rectificó que rifaría su monto equivalente en efectivo.
Por ello, la lotería simbólica de la aeronave repartirá 100 premios de 20 millones de pesos cada uno (casi USD 950.000), por un monto total de 2.000 millones de pesos (casi USD 95 millones).
El vehículo permanecerá en el hangar presidencial del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM).
3. Las características y el futuro del avión
El Boeing 787 está valorado por la ONU en USD 130 millones, por lo que López Obrador lo tacha como ejemplo de los derroches del “periodo neoliberal”.
Para su segundo informe de Gobierno, el presidente exhibió este mes un video sobre el avión con capacidad para 80 pasajeros, internet de alta velocidad, cuatro secciones, una oficina, una habitación tamaño “king”, regadera, sala de juntas y área VIP.
El vehículo, fabricado en 2010, acumula casi 1.700 horas de vuelo, mide 56 metros de largo, alcanza una velocidad mayor a los 900 kilómetros por hora, una altura de 13,000 metros y más de 14 horas de vuelo ininterrumpidas.
Aunque en julio afirmó que había dos compradores e incluso un anticipo de 1 millón de dólares, el mandatario no ha detallado el progreso de su venta.
4. Los boletos
La Lotería Nacional dispuso un total de 6 millones de “cachitos” a 500 pesos cada uno (casi 24 dólares), lo que implicaría una recaudación total de 3.000 millones de pesos (142,4 millones de dólares).
El presidente ha prometido que lo recaudado se destinará a equipar hospitales donde “se atiende la gente pobre”.
Cada equipo médico tendrá una placa que diga “Recursos obtenidos por la rifa del avión presidencial. Aportación del pueblo 2020”.
Sin embargo, hasta la víspera del sorteo, todavía estaba pendiente la venta de más del 30% de los billetes, reconoció la Lotería Nacional.
No obstante, el mandatario celebró este lunes que con lo vendido al momento -el equivalente a unos 2.090 millones de pesos (unos USD 200 millones)- ya se cubre el valor del premio.
Este mismo martes, celebró que había “colas” en las últimas horas para adquirir más boletos y dio las “gracias” a quienes decidieron jugar.
5. Las críticas
Por estas razones, políticos de oposición han acusado al presidente de montar un espectáculo mediático porque no se concretó su venta.
También han criticado que los boletos no se hayan agotado.
La polémica arreció este fin de semana, cuando el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) distribuyó billetes a 951 hospitales públicos aunque lo recaudado se destinará justamente a comprar equipos médicos.
Además, legisladores del partido del presidente, Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), anunciaron que venderían billetes frente a la Cámara de Diputados.
Por otro lado, secretarios de Estado promovieron en sus redes sociales la venta de los “cachitos”, en medio de denuncias de que han presionado a funcionarios públicos para participar en el sorteo.
EFE
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