Ni la pandemia por coronavirus ni la represión policiaca ha detenido a las mujeres mexicanas que protestan en las distintas sedes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). El pasado 14 de septiembre, los colectivos feministas y madres de desaparecidas convocaron a una protesta llamada la “Antigrita” en la Ciudad de México.
El nombre de la manifestación hace alusión al Grito de Independencia que año con año se da en México el 15 de septiembre. Sin embargo, para las mujeres en México no hay tregua con la creciente violencia en el país.
Desde hace semanas, un grupo de mujeres mantiene tomada la sede principal de la CNDH bajo el argumento de que “no hay instituciones que estén respaldando, resguardando o atendiendo a las mujeres víctimas de violencia”.
Tan solo en el mes de junio el feminicidio, homicidio culposo, lesiones dolosas y/o culposas, secuestro y trata de personas repuntaron hasta alcanzar en conjunto 6,049 víctimas, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSO), e instituciones como la CNDH han sido denunciadas por su poca eficacia de atención a los casos.
No hay una mujer en este país que no haya vivido algún tipo de violencia, y desde esa lógica es que se da inicio a esta Antigrita
El evento dio inicio a las 17:00 horas del 14 de septiembre, al que decenas de mujeres se dieron cita para cantar, dar testimonios, hacer stand up y protestar en contra de la violencia machista que viven día a día en el país.
La Antigrita estuvo planeada a las 23:00 horas, cuando madres de víctimas de feminicidio y grupos feministas darían “el grito” de protesta.
Otro de los momentos icónicos de la protesta fue cuando todas las presentes entonaron al unísono “Canción sin miedo” de Vivir Quintana, cuya letra toca la cruda realidad de la mujeres en México.
Además, a las afueras de la sede se quemó una piñata del actual presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien en diversas ocasiones ha asegurado que las protestas feministas vienen desde grupos conservadores e, incluso, calificó de falso el alto número de llamadas por violencia de género durante la pandemia de coronavirus.
Por otro lado, Rosario Piedra, titular de la CNDH, quién aseguró que desconocía las causas de la manifestación, dijo recientemente que la institución ha intentado establecer diálogo con las protestantes sin exito. Pero la institución ofreció en un comunicado emitir una recomendación para evitar que las mujeres de la toma sean criminalizadas y se les brinde un lugar para realizar actividades en defensa de las mujeres.
Organizaciones en otros estados de la república, como Oaxaca y Guerrero, no se quedaron atrás y también convocaron a una Antigrita para protestar.
Sin embargo, las mujeres que exigen atención a la violencia han visto capítulos más oscuros que el de esta Antigrita. Un ejemplo de ello tuvo lugar el pasado 11 de septiembre en el Estado de México, donde también fue tomada la sede de la Comisión de Derechos Humanos del estado (CODHEM)
Cerca de la 1:00 elementos policiacos llegaron a las instalaciones de la CODHEM y sacaron violentamente a las manifestantes del lugar. Varias de ellas fueron llevadas a la Fiscalía del municipio de Atizapan donde se suscitó otro enfrentamiento.
A pesar de ello, las mujeres en México se mantienen en pie de lucha para exigir al gobierno que atienda el creciente problema que diariamente las aqueja porque hasta ahora “la patria no las representa”.
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