Serán poco más de 4.1 millones de mexicanos que estarán pendientes del Gran Sorteo Especial N° 135, o rifa del avión presidencial TP01, que se realizará el martes 15 de septiembre, a las 16:00 horas, con el fin de conocer si el billete es de los premiados.
Serán 100 números premiados con 20 millones de pesos, y en el cachito de lotería se indica que equivale al valor del avión presidencial. Lo que se obtenga de la venta de los billetes de lotería será destinado para la compra de insumos y equipo médico que atiende pacientes con COVID-19.
Al ser un hecho único, la gente salió a comprar los billetes de lotería, en Oaxaca, Virginia Contreras Mendoza, propietaria de un expendio de billetes de lotería contó para Imagen Radio, que existe un interés de la gente por ganarse uno de los 100 premios, y también de colaborar. Ella cree que se agotaran los billetes porque los mexicanos dejan todo al último.
Añadió que conforme han pasado los días las expectativas incrementaron y que hubo clientes que bromeaban con el hecho de que de qué dónde estacionar el avión.
María Rivera, de 79 años, contó para Reforma que compró cuatro billetes de lotería con el fin de contribuir ayudar al sector salud y añadió que sus familiares también compraron pero no tienen fe de que su boleto sea de los premiados.
Estela Román indicó para el mismo medio que adquirió el billete para ayudar al sistema de salud y como recuerdo.
En la conferencia matutina de este lunes 14 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador indicó que se había cumplido con la meta de la venta de los cachitos, para cubrir los de los premios.
Fueron 4 millones 179 mil billetes de lotería los que se vendieron, por lo que significó ingresos por 2,089 millones de pesos. Es decir, se comercializaron el 69.65%, de los 6 millones que se pusieron a la venta.
¿Cómo surgió la rifa del avión presidencial?
Fue el 16 de enero que el mandatario comunicó que eran cinco las opciones para la venta del avión presidencial “José María Morelos y Pavón” y una de ellas era el sortearlos.
En aquel momento describió que serían 6 millones de cachitos. En la conferencia matutina de ese momento, el presidente explicó que “se daría al que ganara el avión, ya incluido, un servicio de operación de dos o un año”.
El Boeing 787-8 de la serie Dreamliner fue adquirido en noviembre del 2012, por 2,900 millones de pesos (USD 218 millones), y fue entregado el febrero del 2016. El avión aún no se liquida.
De acuerdo con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), el gobierno le debe 2,724 millones de pesos. La entidad bancaria de desarrollo adquirió la aeronave, y se lo arrendó al gobierno federal, particularmente a la Secretaría de Hacienda y de la Defensa Nacional (Sedena).
El acuerdo concluye en el 2027. Durante 15 años, las dependencias deberían cubrir dicha cantidad a Banobras.
Para febrero se informó que los números premiados no recibirán el avión sino 20 millones de pesos. Tras la contingencia sanitaria, el gobierno aclaró que el dinero recaudado será destinado al sector salud.
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