El diario secreto de Miguel Ángel Félix Gallardo: las memorias del “Jefe de Jefes”

Un sitio web ya desaparecido, actualizado por la familia del narcotraficante incluía pasajes del fundador del Cártel de Guadalajara en los que narraba sus nexos con políticos y funcionarios

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En una página web, los
En una página web, los hijos del narcotraficantes hacían una campaña para conseguirle mejores condiciones en la cárcel (Fotoarte: Infobae)

Miguel Ángel Félix Gallardo, el llamado “Jefe de Jefes” es el único de los fundadores del cártel de Guadalajara que sigue en prisión. Casi ciego y sordo cumple una sentencia de 37 años por el asesinato del ex agente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, en 1985.

El entonces zar de la droga en México fue detenido el 8 de abril de 1989 y desde entonces permanece en prisión. Fue en agosto de 2008 cuando en la red apareció la página www.miguelfelixgallardo.com creada por su familia que tenía el propósito de pedir al entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa que Félix Gallardo, entonces de 63 años, recibiera una mejor atención médica en la cárcel ya que empezaba a mostrar problemas en un oído y en los ojos.

"Don Neto", Félix Gallardo y
"Don Neto", Félix Gallardo y Caro Quintero, los integrantes originales del cártel de Guadalajara (Foto: Especial)

La prensa de la época publicó una serie de reseñas sobre la página web en la que los hijos del narcotraficante respondían todo tipo de preguntas de los internautas que iban desde temas musicales hasta los delitos de su padre.

Gracias a esa página se conocieron detalles como que Félix Gallardo era un lector voraz, un comprador de la obra de la pintora Martha Chapa, que tenía entre sus curiosidades el pendón de una exposición que el pintor José Luis Cuevas le dedicó a él, diciéndole “amigo” o que la mayor biblioteca de Sinaloa, ubicada en las instalaciones de la universidad pública estatal, fue construida con dinero donado por él, según reseñó el escritor y periodista Diego Enrique Osorno en la revista Gatopardo en mayo de 2009.

Entonces, el periodista le planteó a la familia la posibilidad de una entrevista, pero ante la falta de facilidades para ingresar a la cárcel de máxima seguridad, en el Estado de México, el narcotraficante le mandó un escrito de 35 cuartillas.

El periodista Diego Enrique Osorno
El periodista Diego Enrique Osorno entró en contacto con uno de los hijos del narcotraficante (Foto: Juan Vicente Manrique)

Los diarios del “Jefe de Jefes” que fueron entregados al periodista incluían un primer relato sobre sus captores Guillermo González Calderoni y Javier Coello.

“El entonces comandante de la policía judicial federal, González Calderoni -ejecutado en Texas el 5 de febrero de 2003-, aparece descrito por Félix Gallardo como un amigo que lo traiciona por órdenes del subprocurador de la PGR, Coello Trejo”, señala el periodista.

También relata el temor del narcotraficante de que las autoridades le aplicaran la llamada “ley fuga” y su malestar por la manera en la que fueron decomisadas sus propiedades.

“A veces va sin avisar de un asunto a otro en los textos escritos hechos en su celda. Lo mismo recuerda su presentación ante la prensa o diserta sobre el caso de Enrique Camarena, agente de la DEA asesinado en 1985; equipara su detención con la de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, ocurrida, al igual que la de él, durante el comienzo del gobierno de Carlos Salinas de Gortari; así como desvela que algunos policías, a través de la mediación de Amado Carrillo, lo visitaban en la cárcel buscando que los auxiliara a resolver crímenes famosos como el del periodista Manuel Buendía”, relata Osorno.

La cárcel de máxima seguridad
La cárcel de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, donde estuvo recluido Félix Gallardo (Foto: archivo)

La cárcel y los traidores

Félix Gallardo definió la cárcel de máxima seguridad de Almoloya de Juárez donde se encontraba recluido inicialmente como un lugar horrendo del que “nadie saldrá vivo”.

Se dijo decepcionado por Vicente Fox, por quien habría votado en las elecciones presidenciales del año 2000.

“'Cuando nosotros los viejos capos...', escribe con un aire nostálgico en la penúltima hoja de sus diarios. Ahí cuestiona el hecho de que la justicia lo haya alcanzado a él y a otros de los suyos como Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, pero no a los banqueros acusados de fraude, Carlos Cabal Peniche, Jorge Lankenau y Ángel Isidoro Rodríguez ‘El Divino’", citó el periodista.

El narcotraficante se dijo decepcionado
El narcotraficante se dijo decepcionado de la presidencia de Vicente Fox (Foto: archivo)

“El Jefe de Jefes” nació en Culiacán, Sinaloa el 8 de enero de 1946, durante 17 años trabajó en la Policía Judicial del Estado donde fue asignado como escolta del entonces Gobernador de Sinaloa, Leopoldo Sánchez Celis.

Durante su carrera criminal se giraron 15 órdenes de aprehensión en su contra. En 1977 se trasladó a Guadalajara, Jalisco, donde fundó el cártel de Guadalajara de la mano de Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, la que está catalogada como la primera gran organización criminal en la historia del narco.

Mientras Calderoni estuvo en Guadalajara nos vimos unas 5 veces, en una de éstas le pedí el favor de que no molestara a René Calderón, cuyo hermano Inés había sido asesinado por el equipo de Guillermo en un operativo en Culiacán. Después de un tiempo Guillermo fue asignado a la plaza de Monterrey y nos despedimos en la casa de Héctor Sánchez Landa; ya él en Monterrey seguimos en contacto, cuando se ofrecía hablar, él me dejaba recado con mi amigo Budy Ramos, y yo me reportaba de otro teléfono.

“Él enviaba a Guadalajara frecuentemente a Héctor Sánchez Landa y éste le llevaba recados y así seguimos la amistad hasta aquel 8 de abril de 1989 cuando me traicionó mandándome detener en la casa del Budy Ramos en Cosmos. Había llegado yo a ese domicilio minutos antes, pues a mediodía me vería con Calderoni en el restaurant Izao a media cuadra de ahí; al llegar el operativo a dicha casa, penetraron los agentes Cipriano Martínez Novoa y Roberto Sánchez, al igual que tres elementos más quienes me tumbaron de un riflazo al suelo; esos elementos me conocían desde 1971 de Culiacán. Afuera apoyó el operativo el jefe de grupo Salvador Vidal, al estar yo tirado al suelo llegó Calderoni a quien le dije: ‘¿Qué pasa Memo?’, y me contestó: ‘No te conozco’”, señala en sus escritos.

Una de las últimas fotos
Una de las últimas fotos que se conoce de Félix Gallardo (Foto: archivo)

“Ahí me dijo Memo: ‘Discúlpame, pero esto es una orden de México y tuve que cumplirla, tú no tienes problemas graves, vas a salir pronto de la cárcel, yo te voy a ayudar’, etc., hizo una llamada a México con Javier Coello Trejo y le dijo: ‘Ya lo tengo, ¿qué hago?’. Recibió una instrucción y salimos rumbo al aeropuerto, tardamos unos 45 minutos en llegar, yo tirado en el suelo de la Ichi Van y una caravana de unos 5 carros escoltándonos, no hubo muchos agentes, en total habrán sido unos 15, entre ellos una mujer con una cámara fotográfica que tomó fotos cuando me aprehendieron y en el aeropuerto todos posaron conmigo, unos 20 minutos después llegó al aeropuerto un Lear Jet que decía Petróleos Mexicanos, aparato blanco al cual subimos Memo, unos 6 elementos más, entre ellos Roberto Sánchez y Cipriano Martínez, los pilotos y yo.

“Llegamos al hangar de la PGR en México una hora después, ahí nos esperaban un Cte. Manuel Pozos y 2 suburbans que nos transportaron a la calle de Soto, oficinas de la PGR. Pozos me quitó los calcetines y me bajó a los separos del edificio, me introdujo en una celda del fondo con guardias de vista, serían la 1 o 2 de la tarde, minutos después llegó otro comandante, quien me condujo a una sala con una mesa redonda, habría unas 8 personas de las cuales reconocí al frente a Coello Trejo. Bueno, antes quiero relatar que tanto en la casa de seguridad tanto como en el avión, Calderoni me rogaba que no le dijera a Coello Trejo que nos conocíamos, ya que a cambio él me ayudaría en el futuro y dejaría en paz a mi familia”, señala.

“Coello Trejo y los que lo acompañaban, éste (Coello) prepotente y grosero me dijo: ‘Usted chingó a su madre don Miguel, ya está en mis manos, cante todo su rollo por la buena o se lo saco a chingadazos, a quiénes soborna, con quiénes trabaja, cantidades de dinero, dígame todo o se va a arrepentir y de todas maneras me lo dirá”.

Félix Gallardo tiene actualmente 73 años, el año pasado se le negó el beneficio de que por su avanzada edad pudiera cumplir el resto de su condena en prisión domiciliaria.

La página web que era administrada por sus hijos, aún se puede encontrar en línea, pero como un dominio en venta que ya no incluye información sobre El Jefe de jefes.

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