Alfabetización digital de mujeres, una brecha que se acrecentó en con el COVID-19: académicas

No aprender a usar herramientas tecnológicas tiene implicaciones económicas como desaprovechar oportunidades de empleo, según las especialistas

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Sugirieron que las escuelas incorporen
Sugirieron que las escuelas incorporen la educación tecnológica crítica, en lugar de aquella para procesos productivos (FOTO: SAÚL LÓPEZ /CUARTOSCURO.COM)

Académicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y La Salle coincidieron en que las mujeres son el sector más afectado en la brecha de alfabetización digital y el uso de tecnologías les está reservado por su condición histórica de género.

Además, que esta problemática se verá acrecentada durante la pandemia, al igual que el resto de las desigualdades económicas y educativas. Y esto es grave, porque significa desaprovechar oportunidades de empleo que requieren el uso de estas herramientas.

Las especialistas abordaron estos puntos en la mesa “Alfabetización en la era digital y la formación ciudadana de las mujeres en el siglo XXI”, organizada por la Facultad de Humanidades de la universidad La Salle; esto, por el día internacional de la alfabetización que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO, por sus siglas en inglés) instituyó para cada 8 de septiembre desde 1966. De acuerdo con este panel, las mujeres son el mayor grupo no alfabetizado en el mundo.

“La crisis reciente del COVID-19 constituye un crudo recordatorio de la gran diferencia entre el discurso político y la realidad: ya antes de la pandemia existía una gran brecha y esta se ha incrementado, con la consecuente repercusión en la vida diaria y el aprendizaje de los jóvenes y adultos que no carecen o disponen de pocas competencias en lectoescritura”, publicó la UNESCO al respecto de esta fecha.

Walys Becerril Martínez, doctora en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, dijo que el modo de producción de la sociedad de la información y el conocimiento obliga a nuevas prácticas, formas de aprendizaje, así como opciones de negocio.

Las académicas participaron en la
Las académicas participaron en la mesa "Alfabetización en la era digital y la formación ciudadana de las mujeres en el siglo XXI”, organizada por la Facultad de Humanidades de la universidad La Salle(Foto: Captura de pantalla)

Pero el dominio de las tecnologías está lejos de consolidarse, pues según reportes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en el 2018, una tercera parte de las personas carecía de conocimientos básicos sobre informática a nivel mundial; el 41% sabía cómo instalar un programa o usar fórmulas básicas en una hoja de cálculo.

En 2019, reportó la especialista de la UNAM, México tuvo un déficit de 148,000 empleos en el campo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC); lo que significaba desaprovechar oportunidades propias del contexto económico contemporáneo.

Becerril Martínez destacó que las mujeres perdían espacios en el ámbito laboral y aludió a que en la Ciudad de México, por ejemplo, apenas 7,000 participaban en el sector de las TIC, mientras que los hombres eran poco más de 20,000, según datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones. Y según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad únicamente el 16% de emprendedores en tecnología eran mujeres, el resto hombres.

Por ello argumentó que era necesaria la capacitación para acceder a esos empleos. También comentó que la educación es un proceso que no solo se lleva a cabo en las instituciones formales, sino están implícitas experiencias; de modo que el uso de las tecnologías debía ser para transformar a sujetos que históricamente han estado en condición desigual.

Aquellas mujeres en un sector
Aquellas mujeres en un sector urbano son más propensas a recibir una instrucción digital, pero deben perder miedo a las herramientas (Getty Images)

“Si nosotros no utilizamos o no aprendemos a usar las tecnologías vinculadas hacia las transformaciones sociales, pierden un poco el sentido; bien nos ayudan a resolver nuestras problemáticas de nuestra vida cotidiana, y eso está bien, pues nos permite movernos, pero también es importante ver como las mujeres podemos utilizar estas tecnologías para hacer transformaciones en nuestras propias condiciones de vida”, refirió.

Por su parte, Claudia Pedraza Bucio, igual doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM, explicó que la perspectiva de género era importante para visibilizar las necesidades de las mujeres, pues no son las mismas, y si este factor no se coloca, los conocimientos generados no serán útiles para transformarles la vida.

En las escuelas, históricamente, el aprendizaje de las tecnologías tiene sesgos de género. Las mujeres, desde que somos pequeñas, estamos siendo constantemente alejadas y excluidas de las tecnologías con mecanismos que van desde decirle a una niña: no toques eso porque lo vas a descomponer”, explicó sobre el veto estructural.

Aunado a esto, la académica enfatizó que se ha priorizado la idea de aprender a usar la tecnología para procesos productivos. Sin embargo, las necesidades de mujeres indígenas, afrodescendientes, de entornos rurales o urbanos, de diferentes edades, son diversas. Y la producción no siempre empataba con las condiciones de cada sector.

Becerril Martínez dijo que solo
Becerril Martínez dijo que solo el 16% de emprendedores digitales en México eran mujeres (Foto: Captura de pantalla)

En ello coincidió Luz María Garay Cruz, profesora en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y doctora en Ciencias Políticas y Sociales con orientación en Comunicación por la UNAM.

La educadora dijo que los espacios y materias dispuestas en la escuela son para desarrollar habilidad instrumental, pero se debe optar, con programas extracurriculares, por la habilidad cognitiva crítica, pues esto permitiría hacer un análisis de la información que se consume, algo que podría prevenir fake news o contenidos misóginos para actuar contra ellos o no reproducirlos.

La doctora Becerril Martínez expuso que las mujeres deben perder el miedo a las tecnologías o usar aparatos para apropiarse de ellos.

Pedraza Bucio sugirió recuperar pedagogías feministas, pues dijo que estas son colaborativas, además de dialógicas y permiten compartir experiencias sin que haya jerarquías donde los expertos ofrecen conocimientos al resto. También recomendó que no se viera a las tecnologías como algo ajeno e indescifrable. Por otra parte, comentó que se debe privilegiar el uso de software libre, en detrimento de la ofertada por grandes industrias.

Sobre el uso de tecnologías en el ámbito informal, Garay Cruz puso como ejemplo un caso en que alumnos de la UPN enseñaron a amas de casa el uso de redes sociales para generar estrategias de negocio y pudieran vender productos. Agregó que, frente a la contingencia, era fundamental el trabajo colaborativo que las mujeres hacen en la educación a distancia.

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