En un país que sufre desde hace años el azote del narcotráfico, la legalización de la marihuana parece inminente. Existen fuertes resistencias, viejos prejuicios intransigencias atávicas, pero todo indica que en los próximos años, el uso recreativo de la hierba será finalmente aceptado en la mayor parte de México, y estaremos cerca de que al cannabis se le expida su acta oficial de nacimiento que le permita convivir legalmente con otras drogas como el alcohol y el tabaco.
Sin embargo, hasta ahora, las cosas aún no están bien definidas y los políticos mexicanos no saben bien cómo actuar. El coordinador del PRI en el Senado, Miguel Ángel Osorio Chong, que se ha convertido en una de las voces de la legalización, ha asegurado que desde su posición en el poder Legislativo impulsará la despenalización y el uso de la marihuana.
“Seré uno de los impulsores de la regulación de la marihuana, pero tiene que haber un paso muy importante, el de la prevención. De mi parte no habrá doble moral”, señaló en su participación de la serie Pan y Circo, dirigida por el actor Diego Luna.
Chong ha insistido que la marihuana ha dejado de ser un negocio para los cárteles de la droga mexicanos. Según el legislador, actualmente sólo el ocho por ciento de los ingresos de los grupos criminales provienen de la comercialización de la hierba.
Otro dato subrayado por el ex secretario de Gobernación en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) es que el 60 por ciento de los presos en las cárceles federales están ahí por un tema de drogas, de esa cifra, el 40 por ciento son hombres y el resto son mujeres “y están ahí porque las detuvieron con una cosa menos de 500 pesos de valor”.
La regulación de la marihuana tiene un largo camino en el Senado. Ricardo Monreal, coordinador del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en la Cámara de Senadores, aseguró que la discusión en torno a la regulación del uso lúdico de la marihuana será una de las prioridades para la agenda legislativa.
A inicios de marzo, el Senado aprobó en lo general el dictamen que regula el uso lúdico y medicinal del cannabis en México, lo cual representó un paso más hacia la posible legalización en el país, un proceso que en los últimos años se ha detenido, pausado, suspendido y nuevamente impulsado.
En aquel entonces, las comisiones de Justicia, Salud y de Estudios Legislativos del Senado de la República sumaron 26 votos a favor, siete en contra y seis abstenciones después de discutir la Ley para la regulación de la hierba y la reforma que adiciona diversas disposiciones de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal.
A favor votaron los senadores de Morena, que cuenta con una mayoría en el Senado y en la Cámara de Diputados. En contra votaron integrantes del Partido Acción Nacional (PAN), mientras que entre las abstenciones también estuvieron algunos senadores panistas y del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
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