Las autoridades de Costa Rica desarticularon el 9 de septiembre a una banda que traficaba cocaína y marihuana entre Colombia y México con pistas aéreas clandestinas y carros para transportar la mercancía.
La Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizaron 11 allanamientos y detuvieron a una decena de personas sospechosas de conformar una organización dedicada al tráfico internacional de drogas.
“Se relaciona con un grupo asentado en nuestro país que tenía relación directa con el Cartel de Sinaloa y que estaba utilizando nuestro territorio para transportar cocaína hacia México”, explicó en unas declaraciones el director del OIJ, Walter Espinoza.
Según el informe, se presume que los imputados conformaron una organización dedicada a traficar droga entre Colombia y México utilizando el territorio costarricense con pistas aéreas clandestinas y carros para transportar cocaína, marihuana y armas de fuego.
Los sospechosos capturados fueron identificados con los apellidos de Patterson Chaves, Rojas Bejarano, Murillo Fallas, Rodríguez Campos, Solano Cambronero, Camacho Esquivel, Ortega, Camacho Berrios, Barboza Benavides y Rojas Gamboa.
Los operativos fueron realizados en distintas propiedades ubicadas en las provincias San José (centro), Heredia (centro) y Alajuela (norte). El caso inició en junio del año 2019, cuando la policía judicial captó datos que indicaban que en Costa Rica estaba operando un grupo criminal dirigido por un hombre de apellidos Patterson.
Como parte de la organización, también figuran como sospechosos tres hombres identificados como Patterson Angulo (hijo del primero), Gómez Capellán y Leal García, quienes fueron detenidos en marzo del 2020 y están cumpliendo prisión preventiva."
La estructura funcionaba de la siguiente manera: los dos sujetos detenidos en marzo, eran quienes tenían contacto con el cártel de Sinaloa y había una base de trabajado integrado por Murillo, Rojas y Rodríguez, encargados de conseguir pistas clandestinas, establecer precios y visitar los lugares para que la cocaína pudiera salir de nuestro país hacia México", dijo Espinoza.
Otras personas se encargaban del cuido de la droga y el mantenimiento de las pistas clandestinas. En el proceso las autoridades han decomisado 357 kilos de cocaína, armas AK47, pistolas 9 milímetros, escopetas y vehículos.
Además, en Estados Unidos también fueron detenidas 27 personas presuntamente relacionadas con el tráfico de cocaína para el Cártel de Sinaloa. Los detenidos fueron formalmente acusados en Estados Unidos por traficar cantidades significativas de droga desde México hacia ese país a través de la frontera, principalmente, mediante túneles.
La investigación realizada a través de la “Operación Tripwire” tardó dos años, pero logró desmantelar esta red que se había extendido a lo largo de Estados Unidos con operaciones desde Los Ángeles, Tucson, Arizona y el oeste de Pensilvania, y que también utilizaba al servicio postal para mover su mercancía.
También se dio a conocer que el cártel había perdido otro de sus brazos armados llamado Los Demonios en México. De acuerdo con la versión oficial, la Fiscalía General de la República (FGR) detuvo a José "R", Lucio "A", Francisco "R", Macario "F", Víctor "L", Braulio "T", Pedro "C", Sandra "A", luego del cateo de 4 domicilios, de acuerdo con Milenio.
La investigación que llevó a la detención de los presuntos criminales contó con la colaboración de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas.
En uno de los domicilios en la Colonia Colinas del Yaqui, en Nogales, se encontraron dos teléfonos celulares, unas 100 pastillas de fentanilo y al parecer cocaína, además de diversos documentos.
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