El conteo de periodistas asesinados en México no cesa. Este miércoles el reportero Julio Valdivia, especializado en sucesos de nota roja, ha sido encontrado muerto en el estado mexicano de Veracruz. Valdivia, que trabajaba para El Mundo de Córdoba como corresponsal de esta localidad ya había denunciado amenazas.
El asesinato se produjo en en el municipio de Tezonapa. Informes policiales señalaron que Valdivia fue decapitado y presentaba signos de violencia. Sus restos fueron abandonados cerca de vías del ferrocarril entre las comunidades de Paraíso y Motzorongo.
Cerca de su cuerpo fue hallada la motocicleta con la cual el periodista se transportaba para cubrir la nota roja.
Julio era conocido como el "Tigre del Norte” por un mechón de canas que se asemejaba al de un músico de una agrupación norteña. Desde hace seis meses trabajaba en el diario local por un sueldo de 1,000 semanales, por decisiones de esa empresa.
El medio e-veracruz, recoge el testimonio de uno de los compañeros de Valdivia, que asegura que desde el inicio del coronavirus y la llegada de un nuevo directivo, el diario El Mundo de Córdoba “se comprometió a darnos solo la mitad de nuestros sueldos (1,000 pesos). Lo demás, nos prometió, nos lo darían cuando la situación mejorara”.
Según la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP), realizado en 2017, en un contexto de “extrema inseguridad”, un reportero veracruzano percibe 100 pesos diarios, es decir, 23 pesos por debajo del salario mínimo actual. Julio Valdivia, en promedio, no ganaba más de 66 pesos por día.
El municipio de Tezonapa, Veracruz, localizado en la región limítrofe de Oaxaca y Veracruz, es un área de operación de organizaciones criminales, lo que incrementa el riesgo para quienes se dedican a reportear la nota roja.
La ejecución de Julio Valdivia es el número 25 registrado contra periodistas en el estado de Veracruz en los últimos ocho años. Es el tercero que ha ocurrido durante la administración del gobernador morenista Cuitláhuac García Jiménez.
Un informe de la organización internacional Reporteros sin Fronteras señaló en el 2017 que México es el país más peligroso de América Latina para ejercer el periodismo y Veracruz la entidad más amenazante.
La asociación civil Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede) alertó el pasado 16 de julio sobre la falta de seguridad para los periodistas en México y de cierta normalización de la violencia contra ellos al divulgar el Informe Libertad de Expresión 2020.
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