La senadora Citlalli Hernández confirmó este domingo que participará en las elecciones internas de Morena, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador, que renovará sus liderazgos a través de una encuesta abierta ordenada por el Tribunal Electoral, debido a que no pudo consensuar un método al interior de la organización.
“Hay dos grandes visiones en Morena: los que quieren convertir ese partido en uno más, donde no importan las alianzas con la ciudadanía y las causas justas, sino los resultados electorales”, aseguró en un mitin virtual con la militancia morenista.
Precisó que también se encuentra a quienes quieren un proyecto presente y futuro, que se basa en la construcción de ciudadanía, el esfuerzo de organización popular y un partido-movimiento cimentado en la ética y en ideas innovadoras.
La senadora recordó que el proceso es “inequitativo”, ya que se busca elegir a los nuevos líderes de Morena a través de una encuesta abierta, donde tienen ventaja “los famosos o populares”, sobre la militancia de base.
El senador suplente Alejandro Rojas Díaz Durán, considerado del ala critica del partido, también se sumó este domingo, en este caso de manera oficial, ya que registró su candidatura a la presidencia de Morena en las oficinas del INE (Instituto Nacional Electoral), quien está encargado de llevar a cabo el proceso de selección de los dos puestos más importantes en el liderazgo del partido.
Hoy nos inscribimos para decir, fuerte y claro que, sin cargos públicos, sin campañas millonarias, sin encuestas compradas, que vamos por la presidencia nacional de Morena
Tanto la senadora Hernández como Rojas se sumaron así a un concurrido terreno electoral, con varios aspirantes tanto a la presidencia como a la secretaría general del partido que ahora mismo gobierna el país, ostenta la mayoría en ambas Cámaras del Congreso y es el favorito rumbo a las elecciones intermedias de 2021, donde se pondrá en juego la Cámara de Diputados y 15 gubernaturas.
Y es que el INE tendrá que dirigir la elección interna del partido debido a que la organización nunca pudo concretar un formato (ni siquiera un padrón de militantes) ni un proceso para elegirlos. Tras las denuncias ante el Tribunal Electoral, éste decidió que se llevaría a cabo una encuesta abierta a la ciudadanía, tal y como había aconsejado el presidente López Obrador.
Esta decisión fue criticada por una parte de los integrantes del partido, que calificaron como “intromisión” la decisión del Tribunal Electoral. Sin embargo, debieron acatar este formato. Entre el 5 y el 8 de septiembre, los candidatos a la presidencia y a la secretaría general se pueden registrar ante el INE.
En caso de que haya más de seis candidatos registrados en cada puesto, como se espera que suceda, se realizará primero una “encuesta de reconocimiento” entre el 16 y 22 de septiembre para determinar el máximo de doce candidaturas, seis para secretaría y seis para presidencia.
Una vez elegidos los seis candidatos para cada puesto disponible, se realizará una encuesta que definirá al elegido para ocupar los cargos más importantes de Morena, resultados que se anunciarán el 2 de octubre. Los ganadores ocuparán el cargo hasta el 31 de agosto de 2023.
La decisión de las autoridades electorales de realizar una encuesta abierta atrajo a varios candidatos inusuales o que no habían expresado su deseo de participar en el proceso con anterioridad. En las últimas semanas, se sumaron varios candidatos.
Entre los requisitos aprobados por el INE está el de ser militante de Morena, mayor a 18 años, y encontrarse en el padrón de afiliados registrado ante el INE con corte al 4 de septiembre de 2020, algo que puso en tela de duda varias candidaturas.
Este fin de semana, Porfirio Muñoz Ledo, el veterano militante de izquierda y ex presidente de la Cámara de Diputados, se sumó oficialmente a la candidatura por la presidencia. El legislador de 87 años es uno de los más respetados en el progresismo mexicano y sus credenciales, así como su popularidad, lo pondrían entre los favoritos de la carrera.
Este lunes, se espera que Mario Delgado, el actual coordinador de los diputados morenistas, también certifique su candidatura. En su favor se encuentra también su popularidad y la protección de Marcelo Ebrard, el Canciller mexicano y ex jefe de gobierno de la capital. En su contra: las bases del partido lo consideran un “outsider”.
La ex presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, acusada hace unas semanas de haber desviado dinero durante su administración del partido entre 2017 y 2020, también confirmó este domingo su deseo de competir por la presidencia. A ella se suma la candidatura de la prácticamente desconocida Adriana Menéndez Moreno.
El otro gran aspirante a presidir Morena es Gibrán Ramírez, comentarista en medios de comunicación y que es militante fundador del partido, quien mantiene una relación importante con una parte de las bases morenistas.
En busca de la secretaría, además de la senadora Hernández, se sumaron oficialmente Omar Horacio Mateos Miranda y Donají Alba Arroyo. Pero es Antonio Attolini, ex activista como universitario del popular movimiento #YoSoy132 y que se convirtió en un defensor del gobierno de López Obrador, quien también aspira a llegar al liderazgo morenista.
Attolini, sin embargo, a pesar de ser una figura pública más o menos conocida, no tiene la relación que Ramírez ostenta entre las militancias morenistas y su breve paso por un cargo público, en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no tuvo trascendencia hasta que renunció.
Fuentes consultadas por Infobae México al interior de Morena permiten ver que entre los favoritos entre la militancia están la senadora Hernández y los diputados Muñoz Ledo y Delgado, pero el método hace imposible pronosticar quiénes pueden consolidarse en la cima, sobre todo por la influencia que Ramírez y Attolini, comentaristas populares, puedan aportar.
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