Durante un encuentro con diputados locales y federales de Puebla, Mario Delgado, coordinador de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados, anunció su propuesta para mejorar la situación del partido con la organización de los Comités de Defensa de la 4T.
El legislador explicó que el propósito de estos comités es tener un espacio para reflexionar, para informarse, y “para defender a nuestro gobierno, a nuestro presidente y empezar la organización que nos lleve rumbo al 2021, nuestra responsabilidad será contribuir a la continuidad del proyecto de la Cuarta Transformación”.
Aclaró que el primero de estos comités fue conformado en Tepetitán, Tabasco, la tierra del hoy presidente de la República, para llamar a todos los militantes y simpatizantes de Morena a recordar sus los orígenes.
“Que fuera un instrumento de lucha del pueblo de México para erradicar la corrupción, para terminar con la pobreza, para que no haya gobiernos que violen los derechos humanos, para que alcancemos la justicia, el bienestar y la felicidad de todos, ese es el gran objetivo que persigue Morena”, enfatizó.
Constituidos en un primer momento por elementos de las diversas corrientes de la izquierda histórica, las estructuras de las que se afirma existen ahora más de 300 y antes de la elección podrían sumar 3000, diez por distrito, estarían en capacidad de “servir a la causa” promoviendo el voto en favor del oficialismo, cuidando casillas o denunciando reales o supuestos fraudes.
De cara al proceso electoral que se celebrará en México en el 2021, Morena dio instrucciones en junio para acelerar la creación de al menos 3,000 Comités de Defensa, 10 por cada distrito electoral.
“Los Comités de Defensa de la 4T se constituyen para que, eventualmente, puedan asumir el control del proceso electoral a nivel distrital o, incluso, implicarse en la defensa del voto”, aclaró la presidencia mexicana.
Como Cuba y Venezuela
En Cuba, los Comités de Defensa de la Revolución han sido una pieza clave para el control social que ejerce la dictadura castrista sobre los ciudadanos.
Son también una red de espionaje y represión a la disidencia en la isla. Realizan labores de inteligencia sobre los vecinos que se consideren sospechosos. También ejecutan labores de de agresión contra cualquiera que se considere enemigo del gobierno de la isla.
Desde su creación han sido una efectiva arma para desmantelar cualquier acción política en contra de la tiranía cubana. En un principio, los CDR cumplían también funciones sociales, pero con el tiempo solo han servido a su propósito original que no es otro que la vigilancia policial sobre la cubanos.
El paralelismo con Venezuela y las llamadas UBCh, Unidades de Batalla Hugo Chávez, es todavía mayor. Esas estructuras del chavismo en Venezuela se constituyeron a razón de una por cada centro de votación de la nación sudamericana, al igual que los CD-4T.
Una vez cumplida su función «electoral», las UBCh, han asumido tareas políticas y militares en defensa del régimen de Nicolás Maduro. Son la primera línea de represión del chavismo e incluso usan el acceso a los alimentos como un arma para discriminar a los adversarios.
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