El Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) trabaja en conjunto con otras instituciones para el desarrollo de una vacuna contra el virus SARS-CoV-2, misma que podría estar lista a mediados de 2021.
Dicha vacuna, de acuerdo con la doctora en Ciencias Laura Palomares Aguilera, entró en fechas recientes a la fase preclínica del protocolo científico para el desarrollo de vacunas, en la que se evalúan los efectos de la misma en modelos animales.
Al respecto, la doctora Edda Sciutto, reveló que se ha demostrado ya que la vacuna induce una respuesta efectiva en animales de experimentación, de acuerdo con la declaración recogida por El Universal.
El medio informó, además, que Sciutto aseguró que se están organizando para iniciar en enero del siguiente año con las pruebas clínicas y probablemente “contar a mediados de 2021 con una vacuna mexicana”.
Sin embargo, Sciutto dio a conocer que hay otras vacunas que el gobierno mexicano y empresarios del sector farmacéutico planean traer a México con mucha más rapidez, pero no se garantiza que la aplicación sea rápida y generalizada, de acuerdo con el reportero Alexis Ortiz.
Por ello, aseguró que será importante que se cuente con una vacuna desarrollada por mexicanos en el país, para que más gente pueda tener acceso a la misma.
En este contexto, informó El Universal, el doctor e investigador Carlos Federico Arias, informó que la vacuna podría estar disponible, pero no habrá suficientes para toda la población.
La Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), por su parte, obtuvo también una vacuna recombinante quimérica contra la COVID-19 y alista pruebas preclínicas en al menos 80 animales para probar que es segura y analizar si genera la respuesta inmunológica deseada.
En entrevista con EFE, Teresa García Gasca, rectora de la UAQ, señaló que la vacuna está en una primera etapa y su objetivo es generar inmunidad en las personas.
Las quiméricas son vacunas de nueva generación diseñadas a partir de componentes de virus o bacterias, las cuales desencadenan la respuesta inmunitaria al individuo al que se le administra.
En colaboración con una empresa que aportó un biorreactor, la UAQ ya produjo las primeras dosis de su vacuna para emprender el estudio preclínico.
Por otra parte, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, señaló que no es posible asegurar que alguna de las vacunas contra el virus SARS-CoV-2 garantice resultados seguros y eficaces.
El subsecretario destacó el artículo publicado en la revista especializada en medicina, The Lancet, en la cual evaluaron como favorables los resultados de las fases 1 y 2 de la vacuna rusa Sputnik 5, no obstante, advirtió que “la prueba de fuego está en los ensayos clínicos de la fase 3″.
De acuerdo con Hugo López-Gatell, “en la historia de la vacunología mundial, hay experiencias que nos han frustrado a toda la población cuando los resultados son muy prometedores en la fase 1 y 2 y cuando llega la fase 3 no se concreta”.
Por último, dio a conocer que tanto él como el titular de la Secretaría de Salud (SSa), Jorge Alcocer, se reunieron con José Novelo Baeza de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris). En dicho encuentro, los funcionarios revisaron el avance de los trámites regulatorios ante la posible aprobación de las vacunas contra la enfermedad de coronavius.
“Estuvimos analizando varios temas y uno de ellos fue cuáles son los preparativos en términos de regulación sanitaria para que no se obstaculice, por razones de trámite, la dinámica de las vacunas”, dijo el subsecretario.
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