Mario Villanueva, ex gobernador de Quintana Roo que actualmente cumple con prisión domiciliaria por una condena de nexos con el narcotráfico y lavado de dinero, reveló que tras realizarse una prueba del nuevo coronavirus dio positivo a la enfermedad. También destacó que para él, la situación es complicada, debido a la condición en que se encuentran sus pulmones.
“Tengo el virus del COVID-19 y es difícil porque mis pulmones están muy débiles muy lastimados y para cualquier persona, el COVID-19 significa la posibilidad de perder la vida y yo más”, comentó en una entrevista para Ciro Gómez Leyva en su programa de Grupo Fórmula.
Es por ello que solicitó la realización de una tomografía a las autoridades que se encargan de su resguardo, con el objetivo de que se determine el estado de salud en el que se encuentran sus órganos, pues desde su perspectiva “desgraciadamente no estoy bien y ésta es una llamada desesperada”.
Villanueva, de 71 años, dijo que “desde ayer pedimos al responsable de la Guardia Nacional y no me han movido (...) que había que pedírselo al magistrado. Se olvidan de que la resolución dice que me pueden trasladar por una emergencia médica”, recogió el diario El Financiero.
Cabe recordar que Mario Villanueva fue acusado de facilitar la movilización de droga de Colombia a Estados Unidos, pasando por Quintana Roo. De esta manera se giraron cuatro órdenes de aprehensión en su contra por la comisión de 13 delitos; sin embargo, huyó en 1999 sin haber concluido su mandato.
Dos años más tarde fue capturado en Cancún, Quintana Roo, por elementos de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) y el Ejército Mexicano. Luego de su detención fue internado en el Centro Federal de Readaptación Social en Almoloya de Juárez, Estado de México, donde se le abrió un proceso penal.
El motivo por el cual se decidió emprender este asunto fue por operaciones con recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y delitos contra la salud, en sus modalidades de introducción, transportación, extracción de narcóticos y fomento para la realización de dichas conductas ilícitas.
El 20 de junio de 2007, un juez federal lo exoneró de la comisión de delitos de narcotráfico y fue liberado; al salir, fue reaprehendido y preso en el Reclusorio Norte en la Ciudad de México, luego de que las autoridades de Estados Unidos reclamaron un proceso de extradición.
El 8 de mayo de 2010, al cumplir los trámites diplomáticos y en medio de una fuerte polémica en México, fue extraditado a Estados Unidos. El 28 de junio de 2013 fue sentenciado a 11 años de prisión por lavado de dinero y le aseguraron USD 19 millones, producto de actividades ilícitas.
El 22 de diciembre de 2016 fue liberado del hospital-prisión de Lexington, Kentucky, donde se encontraba internado por su mal estado de salud y fue llevado a una estación migratoria.
Tras ser repatriado a México, fue vinculado a proceso por los delitos de delincuencia organizada, asociación delictuosa e intimidación. Aunque inicialmente el juez dictó una sentencia de 36 años de prisión, en segunda instancia la pena se redujo a 22 años, siete meses y 11 días.
A lo largo de los años, Villanueva ha argumentado que es inocente y por lo tanto busca su libertad, la cual “están gestionando los defensores públicos dirigidos por el licenciado Carlos Gustavo Cruz Miranda, con la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República y la Secretaría de Gobernación”, detalló en una publicación de redes sociales.
El ex gobernador también ha pedido que se aplique la ley, pues se le acusó de haber ayudado a un grupo de narcotraficantes, en específico a su líder Amado Carrillo Fuentes “el Señor de los Cielos”, quien, se quejó, “ya fue absuelto de todos los cargos”.
Ahora, este hombre que fue ligado con el crimen organizado podría terminar su condena desde la prisión domiciliaria, tal y como lo mencionó en una ocasión la titular de la Segob, Olga Sánchez Cordero.
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