Cómo evitar las plagas de cucarachas durante lo que resta del confinamiento

Son propagadoras de enfermedades como salmonelosis y dejan alérgenos; tanto en su estómago como en su exoesqueleto pueden transportar más de 60 agentes infecciosos

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Es relevante que sean tomadas medidas para evitar una plaga durante la pandemia de coronavirus (Foto: Archivo)
Es relevante que sean tomadas medidas para evitar una plaga durante la pandemia de coronavirus (Foto: Archivo)

Las cucarachas son identificadas como propagadoras de enfermedades, abundan en espacios cálidos, húmedos y con disposición de alimento, especialmente, aquellos en situación de desperdicio; aunque la posibilidad de dispersar el virus SARS-CoV-2 no está probada, tampoco se ha descartado, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia a estos insectos con 40 bacterias, 16 hongos y 9 parásitos.

“En los edificios, se encuentran alrededor de tuberías de vapor y calefacción y en áreas asociadas con alta temperatura y humedad (...). Su hábito de regurgitar líquidos mientras comen y a menudo defecar al mismo tiempo, las convierte en plagas graves, repugnantes para muchas personas, que esparcen suciedad y arruinan alimentos, telas y la encuadernación de los libros”, especifica la OMS.

Según esta institución sanitaria global, las especies más abundantes son la cucaracha alemana, Blatella germanica, la cucaracha americana, Periplaneta americana, la cucaracha oriental, Blata orientalis, y la Periplaneta brunea.

Jorge Alan López Velázquez, biólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refirió que, en el contexto de la emergencia sanitaria actual, las malas prácticas de higiene generan propagación de fauna nociva, como las cucarachas. Y debido a que en su estómago transportan gran cantidad de hongos y microbios, no se podría descartar que contengan el SARS-CoV-2. Esto, porque el virus permanece activo hasta cuatro horas en superficies de cobre, 24 horas en cartón y 72 horas en plástico.

Los ancestros de estos animales datan de hace 300 millones de años (Foto: Reuters/Juan Carlos Ulate)
Los ancestros de estos animales datan de hace 300 millones de años (Foto: Reuters/Juan Carlos Ulate)

“Para terminar o evitar que aparezca una plaga tienen uno primero que eliminar cualquier cualquier rastro de comida que haya en el hogar, los alrededores del hogar o en alguna tubería, o sea, estrategias de higiene y de sanidad”, recomendó López Velázquez.

En coincidencia, Raúl Esnaurrizar, responsable sanitario de fumigaciones Garco, dijo que en la sanitización practicada por las autoridades o particulares en calles y negocios, primero se debía asegurar la eliminación de plagas previas, ya fueran cucarachas o chinches, pues resultaba poco útil limpiar si en la noche, estos insectos podrían esparcir patógenos infecciosos.

“Otro consejo que la OMS sugiere es modificar el hábitat con las instalaciones que tenemos en el hogar, como son el drenaje, la alcantarilla, piezas, pinturas, o falta de algún material en la tubería del drenaje del baño, del drenaje de la cocina”, explicó el biólogo de la UNAM.

Finalmente, el maestro en bioquímica, también por la UNAM, explicó que vendría la aplicación de insecticidas, es decir, control químico. Tanto orgánicos como inorgánicos.

López Velázquez aseguró que, debido al factor de propagación, no está descartado que las cucarachas transporten la COVID-19 (Foto: Cortesía)
López Velázquez aseguró que, debido al factor de propagación, no está descartado que las cucarachas transporten la COVID-19 (Foto: Cortesía)

El responsable sanitario de fumigaciones Garco sugirió que las personas lleven su propia bolsa para transportar productos del supermercado o la tienda, para evitar contaminación de cucarachas, pues estos locales podrían albergar a los insectos en sus almacenes.

La NOM-251-SSA1-2009 establece los requisitos mínimos de buenas prácticas de higiene que deben observarse en el proceso de alimentos, bebidas o suplementos alimenticios y sus materias primas a fin de evitar su contaminación a lo largo de su proceso. Esta regulación señala que los establecimientos deben cuidar la aparición de fauna nociva, por ejemplo, las cucarachas.

Otra recomendación es que no queden residuos alimenticios en cocina o comedores luego de usar el área. Los cestos de basura deben permanecer cerrados. De igual forma, donde haya animales como gatos o perros, habrá que recoger sus excrementos de jardines o cubrirlos con cal, para que no sean cebos atrayentes de estos insectos.

Para la Ciudad de México existe la Agencia de Protección Sanitaria, que puede brindar asesoría sobre afectaciones de posibles plagas, según Velázquez López, académico de la universidad La Salle.

La OMS sugiere que los cestos de basura estén muy bien cerrados (Foto: Antonio San Juan)
La OMS sugiere que los cestos de basura estén muy bien cerrados (Foto: Antonio San Juan)

“Una cucaracha coloca una ooteca, que son unas bolsitas llenas de huevecillos, esa ooteca puede generar hasta 15 huevecillos, y de ahí pueden surgir 15 individuos en el lapso de una semana”, detalló el especialista de la UNAM, quien dijo que uno de estos insectos es potencial de una posible plaga, pues los animalitos pueden posarse sobre los alimentos e infectarlos, al igual que circular por la piel de las personas mientras estas duermen. Igual dijo que las cucarachas pueden dejar pequeños rastros de huevecillos que actúan como alérgenos.

En caso de tener un problema de plaga, Raúl Esnaurrizar comentó que debe llamarse a expertos, especialmente, a quienes tengan un certificado y calificaciones ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris); y no caer en remedios caseros que lejos de eliminar, agravan el problema.

La OMS igual sugiere un tratamiento comunitario, especialmente en unidades habitacionales, porque es necesario el acceso a pisos para tratar grietas infestadas. Igualmente, los vecinos, propietarios o cuidadores son responsables de mantener o reparar las deficiencias estructurales.

Según López Velázquez, las cucarachas viven de 90 a 200 días (3 a 6 meses) y en ese lapso de tiempo, cada semana, pueden poner una ooteca. Los ancestros de estos insectos datan de hace aproximadamente 300 millones de años, llegan a medir hasta siete centímetros. El orden Blattodea tiene catalogadas más de 4.600 especies en ocho familias.

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