A raíz de la puesta en marcha del programa de la Secretaría de Educación Pública (SEP) Aprende en Casa II, han surgido una variedad de canales en Youtube y páginas de Facebook creadas por docentes, madres y padres de familia para organizarse y dar mayor difusión a los contenidos de los temarios. Sin embargo, algunas de esas vías alternativas pueden no ser seguras.
Tal es el caso de algunas páginas de Facebook que supuestamente ofrecen a padres y madres de familia, a través de videos en canales no oficiales de Youtube, los contenidos diarios de Aprende en Casa II. En algunos de esos portales, se pide al usuario de internet que acceda a un enlace a través del cual podrá descargar el archivo con la información que busca, sin embargo, al dar click sobre la dirección, ésta le lleva a páginas de anuncios como “adfly”.
Iván Martínez, Oficial de Incidencia de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D) explica que este tipo de plataformas son llamadas “acortadores” y se ocupan para reducir la longitud de un enlace demasiado largo. Sin embargo, “adfly” también ofrece la opción de obtener dinero al hacer pasar a los usuarios por anuncios con los que, tanto la plataforma como la personas que distribuyen el link, pueden lucrar.
Sin embargo, para Iván esto no es lo más grave, puesto que otra cualidad de algunos acortadores es ocultar el destino final al que dirige un enlace, por lo cual podría llevar al usuario a una página creada para inyectar malware en los dispositivos de las personas.
Otros riesgos potenciales que R3D ha identificado a raíz de las clases remotas son: el llamado “ZoomBombing” en el cual se infiltran personas no deseadas a las conferencias de la plataforma Zoom, los Fraudes Digitales como el descrito anteriormente y el aprovechamiento del contexto de la emergencia sanitaria para la implementación de estrategias de vigilancia que violan la privacidad de las personas por parte del gobierno. Sobre esto último, Iván aclara que esas medidas autoritarias no se han registrado en México en la misma magnitud que en otros países.
Ante dichos peligros, Iván recomienda las siguientes medidas de seguridad digital:
1. Una supervisión activa por parte de padres y madres de familia. Él reconoce la dificultad que esto representa, sin embargo, remarca su importancia.
2. Verificar que el contenido provenga de canales verificados, los cuales normalmente vienen identificados (en redes sociales como Youtube, Twitter y Facebook) con una paloma junto al nombre del usuario.
3. Recordar que los comportamientos de violencia como el bullying y el acoso sexual, no cesan al trasladarse de las aulas físicas a las virtuales. Él remarca que son las mujeres quienes sufren con mayor frecuencia casos de violencia digital.
4. Mantener el software, antivirus, y los dispositivos actualizados. Esto debido a que en las actualizaciones normalmente se complementan las medidas de seguridad en consecuencia de los nuevos riesgos que pueden aparecer en las plataformas digitales.
Para las y los profesores, añade algunas medidas más:
1. En primer lugar, valorar qué tan necesario es hacer una videollamada y considerar alternativamente una llamada de voz.
2. Optar por aplicaciones que tengan un mayor compromiso con la privacidad de las personas. Él explica que, aunque Whatsapp no tiene riesgos de seguridad graves, esta aplicación sí comparte metadatos con Facebook que tiene serios problemas en el manejo de la privacidad de sus usuarios. Alternativamente, recomienda la aplicación de Signal.
3. Considerar Jitsi como una alternativa más segura para videollamadas frente a los problemas que ha tenido la plataforma Zoom.
4. No publicar en redes sociales el enlace para las videollamadas, pues esta es una vulnerabilidad fácilmente explotable para personas que buscan infiltrarse a las llamadas. Recomienda compartir el enlace por mensaje privado minutos antes de iniciar la videoconferencia y siempre utilizar una contraseña.
5. Además, él cree importante que los docentes se tomen un tiempo para conocer las plataformas digitales disponibles para incentivar su creatividad y poder dar clases incluso más entretenidas y pedagógicas.
Además, considera necesaria una colaboración más cercana entre la SEP y plataformas digitales como Twitter, Facebook y Youtube para poder filtrar el contenido con potencial nocivo.
Sin embargo, también aclara que otra parte que debería de estar involucrada en ese proceso de limpieza son las y los docentes pues “Ante la carencia de una segmentación clara de dónde pueden acceder padres y madres de familia al contenido de Aprende en Casa, varias profesoras y profesores están supliendo esas carencias. El trabajo estrecho entre la autoridad y la plataforma tendrá que ser muy cuidadoso, porque en ese esfuerzo por reducir fraudes o cuentas falsas, se podrían cargar varios materiales que son absolutamente legítimos” como aquellos creados por docentes para llenar los vacíos que podría llegar a dejar la SEP.
Iván añade que otro problema es la “grave asimetría e inequidad” en el acceso a internet y a las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) entre la población mexicana. Menciona que “varios estudios que hemos hecho nos revelaron que incluso los datos que existen en relación al acceso a internet, son inciertos” los errores metodológicos en las mediciones evidencian que “parte del problema tiene que ver con saber de qué tamaño es el problema”.
También enfatiza que la emergencia sanitaria por Covid-19 agrava los retos para poder llevar la educación a las y los estudiantes mexicanos. Por otro lado, considera que los esfuerzos que han surgido en ese contexto deberían pensarse para momentos incluso posteriores a la pandemia. Esto ante sucesos sorpresivos como personas de la tercera edad que, al encontrar disponibles los programas de Aprende en Casa II, decidieron retomar estudios que no pudieron concluir en su infancia.
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