Enrique Jiménez Espriú, hermano del ex secretario de la SCT, y Enrique Gavaldón son socios de una compañía conocida como Planificación Total SA. de CV., misma que trabajó en varios proyectos con el Instituto de Investigaciones Eléctricas durante el gobierno de Felipe Calderón, de acuerdo con el columnista Mario Maldonado, para El Universal.
Un gobierno más tarde, con Enrique Peña Nieto en el poder, la empresa fue parte de la construcción del Paso Exprés en Cuernavaca, Morelos, donde estuvieron a cargo del “estudio de tránsito para el diseño de estrategias del desvío de flujo vehicular”. Dicho contrato, aseguró el periodista, fue de 1.7 millones de pesos.
El medio de comunicación mexicano informó, además, que con el gobierno de la Cuarta Transformación, en el que Javier Jiménez Espriú fue secretario de Comunicaciones y Transportes desde diciembre de 2018 hasta julio de 2020, se le otorgó un contrato a la empresa por 60 meses y 50 millones de pesos para “la supervición externa de operación y dictaminador de accidentes graves de la autopista Mazatlán-Culiacán, Libramiento Mazatlán y Libramiento Culiacán.
Sin embargo, el ex funcionario federal aseguró que “durante los 20 meses que tuve el honor de dirigir la SCT, no hubo huella de inmoralidad en la dependencia, pues era tal la prioridad al respecto, que las acciones emprendidas nos permitieron declararla ’territorio libre de corrupción’”.
Por otra parte, aclaró que su hermano nunca ha sido socio de la compañía Planificación Total S.A. de CV., aunque sí trabajo como profesional de la ingeniería en la misma, pero renunció cuando Javier fue nombrado secretario “para evitar todo conflicto de interés”.
Además, negó que fuera parte de los proyectos mencionados en el gobierno panista de 2006-2012 ni en el priísta de 2012-2018, como lo mencionó Mario Maldonado en la columna titulada “La huella de corrupción de Jiménez Espriú en SCT”.
Por ende, el ex secretario precisó que su hermano tampoco estuvo relacionado ni obtuvo beneficios de la mencionada autopista Mazatlán-Culiacán, el Libramiento Mazatlán ni el Libramiento Culiacán.
“Y, finalmente, aclaro que ningún familiar mío, cercano o lejano, ni amigo mío, ni persona alguna física ni moral, obtuvo ninguna prebenda durante mi gestión en la SCT. Nunca recomendé a nadie, y repito, a nadie, ante mis colaboradores, ni acepté recomendación alguna de nadie como afirma de manera tan falaz el señor Maldonado”, sentenció el también.
Sin embargo, un comunicado del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias que data de junio de 2012, proporcionado por el periodista Mario Maldonado, se menciona como representantes de Planificación Total SA. de CV. a Enrique Gavaldón y Enrique Jiménez Espriú durante una reunión con la Gerencia de Energías No Convencionales del Instituto de Investigaciones Eléctricas y la empresa española ARRAM Consultores, “para promover y realizar de manera conjunta, proyectos para el aprovechamiento de las energías renovables”.
Lo anterior, confirmaría una de las supuestas alianzas que se dieron a conocer, de acuerdo con el columnista del periódico El Universal.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la renuncia del secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú en julio de 2020, quien fue sustituido por el ingeniero Jorge Arganis Díaz Leal.
López Obrador explicó que tuvo diferencias con Jiménez Espriú por la decisión de que los militares se hagan cargo de la administración de las aduanas y los puertos para erradicar la corrupción y el trasiego de drogas o armas.
“El ingeniero ha estado ayudándonos durante todo este tiempo, es una gente honorable un profesional destacadísimo, tuvimos un diferendo que solo se da entre hombres libres y con criterio”, aseguró López Obrador.
Por su parte, el ahora ex secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, agradeció a López Obrador la oportunidad de “luchar con él para buscar el bienestar de los mexicanos”. Además, señaló que seguirá siendo fiel a los proyectos de la Cuarta Transformación pese a la discrepancia.
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