Llegó al liderazgo de uno de los grupos criminales más sanguinarios por azar y la detención de su hermano, pero eso no impidió que presumiera haber matado más de 1,000 personas en México Su apodo es breve y su nombre hace recordar matanzas de migrantes: el Z-42, Omar Treviño Morales.
El Z-42 está preso desde 2015 pero su pasado criminal puede llevar a saber qué pasó con docenas de cuerpos de migrantes que en busca del sueño americano caminaron por México pero encontraron la muerte a manos de este capo, quien lideró a Los Zetas.
Omar Treviño Morales es uno de los hombres clave para dar luz sobre el destino de los masacrados, principalmente migrantes.
El Z-42 fue vinculado a uno de los capítulos de la violencia en México que ha evidenciado lo peligroso de pasar por el territorio nacional: la masacre de San Fernando, Tamaulipas, en la que 72 migrantes fueron asesinados a manos del crimen organizado.
La masacre ocurrió en agosto de 2010. Un ecuatoriano sobreviviente escapó herido y llegó a un retén de militares a quienes avisó de lo ocurrido: “Hombres armados nos secuestraron y los mataron a todos”, según su testimonio citado en diversos medios en aquel año.
Era cierto. En un rancho abandonado en el municipio de San Fernando, Tamaulipas y a 150 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, los militares hallaron 72 migrantes en el suelo, asesinados, maniatados, tirados boca abajo, golpeados.
Los Zetas fueron la organización criminal que se identificó como responsable de estos hechos, según las autoridades. Aunque a una década de lo ocurrido, los familiares de las víctimas piden al gobierno de México que castigue a los responsables. De los 15 detenidos por este caso no ha ninguno condenado, de acuerdo con Johni Hernández, familiar de Eva Noemí, una de las víctimas, a la agencia France 24.
Omar Treviño Morales, el Z-42, entonces pertenecía a la organización criminal que comandaba su hermano Miguel Treviño Morales.
Su carrera criminal comenzó con el robo de autos y la extorsión. Él y sus hermanos se aliaron a un grupo armado que trabajaba para el Cártel del Golfo, llamado Los Zetas y en 2010 disolvieron el trato para operar por su cuenta.
“Según un agente estadounidense, una vez se jactó de haber matado a más de 1,000 personas”, de acuerdo con un análisis de InSight Crime.
Sus actos criminales llevaron a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por su sigla en inglés) a ofrecer USD 5 millones a cambio de datos para capturarlo.
Su hermano fue arrestado en 2013 y asumió el liderazgo de Los Zetas. Pero en 2015 fue capturado en una lujosa zona residencial de Monterrey, Nuevo León.
Se le consideró autor de asesinatos y secuestros en Nuevo Laredo entre 2005 y 2006 y de llevar a Estados Unidos cargamentos de cocaína a Estados Unidos en la época en que Los Zetas trabajaban con el cártel del Golfo, de acuerdo con un reporte de la DEA.
En 2018, Omar Treviño Morales dijo que las autoridades debían buscar en las presas al referirse sobre el destino de los cuerpos de los asesinados por Los Zetas.
“Pues busquen en las presas”, dijo en un interrogatorio citado en medios.
Hasta ahora no hay resultados de los operativos de búsqueda en presas como la del Centenario, entre Coahuila y Tamaulipas. La Fiscalía General del Estado de Tamaulipas ha dicho que quizá no se han encontrado restos debido a que los cadáveres fueron desgastados por el agua o enterrados en el fango.
El Z-42 recibió en 2019 una sentencia de 18 años de cárcel por operaciones con recursos de procedencia ilícita y portación de armas de fuego de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas.
MÁS SOBRE OTROS TEMAS: