El mensaje buscaba ser un elogio y acabó convertido en una crítica. Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, intentó mostrar un simple pero grandioso ejemplo de cómo su administración ha cambiado con respecto a la de sus antecesores y, en el camino, podría abrir una disputa con uno de los Poderes del Estado en un momento clave.
El mandatario mexicano llevó a cabo este martes su segundo informe de gobierno en el Palacio Nacional, de la Ciudad de México, donde vive y despacha los asuntos de la nación. Ahí, convocó a personas clave de la política y la sociedad para dar un diagnóstico (tradicionalmente benévolo) de su trabajo en los últimos dos años frente a ellos.
Debido a las condiciones de la “nueva normalidad” que han entrado en efecto desde hace un par de meses en el país, debido a la pandemia de COVID-19, el presidente no pudo realizar un evento más grande, como suele ser su gusto, y se conformó con 70 invitados al evento.
López Obrador había adelantado que los distinguidos convidados provendrían del sector obrero, así como representantes de los pueblos indígenas, del sector empresarial y las principales figuras de su gabinete y del Poder Ejecutivo, que comenzará sus sesiones ordinarias también este martes.
Sin embargo, la decisión de no asistir de dos figuras ilustres en la lista de invitados, debido a su cargo, resaltó con fuerza, sobre todo, a partir de que el presidente agregara a su discurso un párrafo mencionando estas conspicuas ausencias.
El comentario de López Obrador buscaba ser un ejemplo de cómo su gobierno “cumplió su promesa” de impulsar la independencia de las instituciones de justicia, incluidas la Fiscalía General de la República (FGR) y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), ésta última en representación del Poder Judicial.
“Actúan con absoluta autonomía y se acabó aquello de que todo lo ordenaba el presidente, porque el Ejecutivo era el poder de los poderes”, indicó el mandatario. “Miren cómo han cambiado las cosas. Invité al fiscal general de la República y al presidente de la Suprema Corte de Justicia y no pudieron asistir”, completó, en referencia a Alejandro Gertz Manero y a Arturo Zaldívar, respectivamente.
En otros tiempos eso no pasaba, porque ellos tienen la arrogancia de sentirse libres. Este es el cambio, esta es la transformación
Sin embargo, el duro comentario resaltó por su uso de la frase “la arrogancia de sentirse libres” y el fragmento del discurso del presidente pasó de ser un auto elogio a convertirse en una critica directa a las ausencias que, en su propia argumentación, demostraban la libertad del nuevo gobierno pero igualmente fueron señaladas.
“Fue una critica disfrazada al Poder Judicial y al mismo Fiscal general”, expresó a Infobae México el abogado César Gutiérrez Priego, especialista en derecho penal, militar y seguridad nacional. “Como lo dijo el presidente: fue por su ‘arrogancia’ de mostrarse distantes y autónomos a él”, completó.
Con Gutiérrez coincidió el maestro en Derecho José A. Priego Miranda. “Por supuesto que es una crítica disfrazada. Estimo que López Obrador no pierde oportunidad en minar la independencia judicial. Siempre ha realizado criticas al Poder Judicial y el ministro Zaldívar ha ‘capoteado’ esas críticas”, explicó.
Además, Priego Miranda indicó que Zaldívar no se tiene por qué sentir libre o no, sino que ya lo es y así lo expresa. “El Poder Judicial es y debe ser independiente”, dijo. Sin embargo, en opinión del experto, la movida del Ejecutivo no es casualidad.
La estrategia que está teniendo nuestro actual presidentes es atacar como guerrillero, cada que puede, al único poder que le está haciendo sombra hasta el momento
Un momento clave
Y es que la Suprema Corte ha tomado decisiones importantes que han funcionado como contrapeso de la actual administración. En los próximos meses, definirá sobre la constitucionalidad de varias políticas fundamentales del gobierno de AMLO.
La SCJN admitió en los últimos meses controversias constitucionales para definir sobre la legalidad de la política del gobierno con respecto a la llegada de empresas de energía limpia al mercado eléctrico mexicano, así como el tema de la militarización de la seguridad pública del país.
“El cabildeo va a ser muy importante. Hasta el momento, el Poder Judicial se ha mantenido independiente. Sus decisiones han sido completamente jurídicas”, reconoció Priego. “Creo que algo va a suceder: tratarán de encontrar un punto medio, entre lo jurídico y lo político, una decisión que sin perder la independencia y autonomía, les permita no quedar mal con el Ejecutivo”, diagnosticó.
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