El presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció respecto a la controversia que se ha generado en los últimos días por las consecuencias ambientales que genera la refinería de Cadereyta, en Nuevo León, y dijo que no es posible cerrarla, aunque aceptó que es necesario un esquema para que no contamine.
“No podemos cerrar la refinería de Cadereyta. Esto puede ser una demanda legítima de los ciudadanos o de los gobiernos municipales y estatal, pero debemos explicarles que necesitamos esa refinería. Lo que debemos buscar es comprometernos a que no contamine y eso se puede lograr”, comentó el mandatario durante su conferencia de prensa en Nuevo León.
López Obrador también recordó que el país actualmente se encuentra en tiempos electorales, por lo que no deja de haber oportunismo y “salen los paladines del medio ambiente y se ponen muy activos, porque quieren cargos”, refirió el titular del Ejecutivo Federal.
Momentos antes de que declarara esto, el gobernador del estado, Jaime Rodríguez Calderón, pidió al presidente revisar la refinería. “Es necesario que empecemos a ver eso”, comentó el “Bronco”.
Ante la pregunta de un reportero respecto a si el gobierno generará un compromiso para reducir los gases contaminante de la refinería, López Obrador comentó que este 27 de agosto estaría en las instalaciones del lugar, en donde le mostrarán el plan de rehabilitación, el cual tiene como uno de sus puntos más importantes el impacto ambiental.
Cabe recordar que hace unos días, Pilar Lozano, diputada federal por Movimiento Ciudadano, presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), con el objetivo de que se investiguen los presuntos daños ambientales provocados por la refinería de Cadereyta.
La diputada también indicó que este lugar ha violado las normas de partículas de óxido de azufre, así como otros gases que dañan el medio ambiente y la salud de los ciudadanos. Además, recordó que el 6 de julio se registró un incendio, en el cual el personal de Pemex no dejó entrar a los servicios de emergencia.
Otro de los personajes que ha mostrado su desacuerdo al respecto es el secretario de Desarrollo Sustentable del estado, Manuel Vital, quien aseguró en entrevista con el portal Expansión Política que desde noviembre se ha solicitado la intervención de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), pero la dependencia no le ha hecho caso.
Vital refirió al mismo medio que el titular de la ASEA, Ángel Carrizales, prometió que se haría una inspección a la refinería, pero denunció que los resultados de esa indagatoria todavía son desconocidos. Asimismo, el funcionario declaró que promoverá una consulta ciudadana que para que la refinería se cierre y se instale en otro lugar.
No obstante, tanto esta como las otras cinco refinerías que existen en el país son de suma importancia para el presidente López Obrador, quien ha destacado los procesos de modernización que se les han llevado a cabo, con el fin de producir combustibles y no depender de la venta del extranjero.
“En el periodo neoliberal se abandonó la industria petrolera (...) Se destruyó la petroquímica, se afectó mucho la producción de petróleo, se desplomó por completo, sobretodo a partir de la aprobación de la Reforma Energética, que ahora sabemos cómo se movieron los votos”, comentó el presidente en referencia al caso de Emilio Lozoya.
López Obrador también indicó que la refinación se abandonó, por lo que ahora México es uno de los países que exporta petróleo crudo y compra gasolinas. “Es como vender naranjas y comprar jugo de naranja”, puntualizó.
Asimismo, destacó que el objetivo de su administración es darle valor agregado a la materia prima y para eso se construye la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, además de modernizar las seis refinerías que se tienen en el país, bajo el propósito de que no haya aumentos reales en los precios de la gasolina, gas y luz e incluso barajó la posibilidad de que se puedan bajar los costos.
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