Desde que el pasado 19 de agosto se filtró la declaración de Emilio Lozoya ante la Fiscalía General de la República (FGR) donde explicó su relación con los presuntos casos de fraude, peculado, corrupción y desviación de recursos, en los que numerosos políticos se vieron involucrados, salió a la luz por primera vez en años el nombre de Fabiola Tapia Vargas, empresaria finada en 2014, misma que el ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) pretendía usar de “chivo expiatorio” para evadir la justicia mexicana.
En el documento donde quedó asentada la explicación de cómo se utilizaron recursos millonarios para sobornar a políticos para que aprobaran la reforma energética de Enrique Peña Nieto se menciona a la entonces socia, administradora única y representante legal de Construcciones Industriales Tapia (Citapia) como pieza clave de los fraudes de la empresa brasileña Odebrecht.
En el apartado “Planeación para la aprobación y compra de votos de las reformas estructurales”, el egresado del ITAM explicó:
Yo intervine principalmente en la aprobación de la Reforma Energética, entregando a través de terceros ciertos recursos en bolsas bancarias transparentes (que permitían ver la denominación de los billetes) y maletas a senadores integrantes de la Comisión de Energía en el Senado de la República y un Diputado Federal, y que esos recursos eran, entre otros, los precisamente puestos por Fabiola Tapia Vargas en efectivo, en razón a las transferencias de Odebrecht
Para el proceso de dispersión, el ex funcionario aseguró que fueron empleados de Tapia quienes se encargaron de esa tarea y que establecieron contacto con José Velazco Herrera (fallecido en 2013), colaborador cercano y de toda la confianza de Lozoya, para optimizar el proceso de sobornos.
Para pactar los recursos derivados de la mexicana en esta cadena de corrupción, Luis Weyll, representante de Odebrecht en México, le dijo a Lozoya que ya tenía un trato apalabrado con Tapia, para que ella entregara USD 6 millones a la causa. Para que ella entregara el dinero era necesaria una garantía de que su empresa ganaría unos concursos de licitación en Tula.
Finalmente, Lozoya detalló que la cantidad mencionada fue depositada en ocho exhibiciones a la cuenta LI0608802001001560101 de la institución bancaria Neve Bank a nombre de Zecapan, S.A. de la siguiente manera:
07 de noviembre del 2012: USD 137,451.15
21 de noviembre del 2012: USD 386,725.00
30 de noviembre del 2012: USD 427,157.59
06 de diciembre del 2013: USD 1,000,000.00
13 de diciembre del 2013: USD 480,000.00
24 de febrero del 2014: USD 1,350,000.00
11 de marzo del 2014: USD 1,000,000.00
20 de marzo del 2014: USD 1,170,000.00
Obteniendo un total de USD 5,951,351.74
“Dicho dinero fue depositado en el extranjero porque así lo indicó Fabiola, y puesto por ella en efectivo en México, para que así se distribuyera conforme a Luis Videgaray Caso fuera indicando” abundó en su declaración. También puntualizó que la apoderada legal de Grupo Tapia quería absoluta discreción en estos movimientos, en particular con su hermano.
“Lo único que me pedía es que por ningún motivo comentará con su hermano Juan Carlos de lo que hacía ya que esta persona no conocía los negocios de su hermana ni quería involucrar a la empresa Tapia en estos temas. Que ella hacía esto por su cuenta y para apoyar”, aseguró ante la FGR.
Lo cual coincide con lo declarado por Juan Carlos Tapia el 14 de septiembre de 2018 ante la entonces PGR:
En cuanto a la participación de mi hermana Fabiola Tapia Vargas, desconozco si realizó algún tipo de inversión o que fuera socia de alguna empresa en el extranjero. En nuestra empresa ella fungió como socia, administradora única y representante legal hasta poco antes de su muerte, en el mes de agosto de 2014, ya que falleció de enfermedad en octubre del mismo año
De acuerdo con el trabajo periodístico de Juan Omar Fierro titulado “Caso Lozoya: el testigo hidalguense que busca ser invisible” y publicado en el semanario Proceso, relata que el hermano de la finada planteó la probable suplantación de identidad de Fabiola.
Sin embargo, en contraste con los hechos, la empresa de los Tapia obtuvo durante el sexenio de Enrique Peña Nieto numerosas licitaciones públicas y adjudicaciones directas de Pemex por un monto acumulado de 517 millones de pesos mexicanos y USD 72 millones.
Con la suma de este cúmulo de datos más la declaración del ex director petrolero, la fiscalía que dirige Alejandro Gertz Manero investigará las cuentas bancarias de la empresa, los bienes materiales de los señalados y cualquier registro que se tenga para poder indagar con los recursos que apuntó Lozoya Austin.
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