La Alianza Mexicana contra el Fracking exhortó a la Secretaría de Energía (Sener) hacer valer la palabra del presidente Andrés Manuel López Obrador y no implementar la fracturación hidráulica o fracking para obtener gas del subsuelo nacional.
Esto porque en la 40° sesión extraordinaria del Órgano de Gobierno de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) se aprobó, con tres votos a favor y dos en contra, el dictamen técnico de la Sener para realizar actividades de exploración y extracción de hidrocarburos en la cuenca Tampico-Misantla.
Lo alarmante de esta aprobación es que la CNH plantea “la exploración y extracción de recursos no convencionales, los cuales requerirán el uso de fractura hidráulica (fracking) desde la etapa de exploración”.
El proyecto se compone de 21 asignaciones de exploración y extracción al norte del estado de Veracruz. Al momento, se entregarán las primeras tres asignaciones a Pemex Perforación, Exploración y Producción; éstas son Xanati, Yuban y Chuyan, dentro del Paleocanal de Chicontepec también conocido como Aceite Terciario del Golfo (ATG).
Al respecto, en un comunicado oficial, la alianza manifestó que:
“Las más de 40 organizaciones que conformamos la Alianza Mexicana contra el Fracking, exhortamos a la Sener a acatar y ser congruente con el compromiso establecido por el Presidente. Reiteramos nuestra exigencia al Ejecutivo de cumplir con el compromiso de gobierno número 75, y prohibir el fracking en México ya; dejar de aprobar proyectos que impliquen el uso de esta técnica y dejar de gastar los recursos económicos de la nación en campos no convencionales y en fractura hidráulica que la evidencia científica muestra pone en riesgo al medio ambiente y la salud de las personas, violentando derechos fundamentales que es compromiso del estado proteger y garantizar. En vez de invertir recursos en obtener más hidrocarburos es urgente reducir las emisiones que aceleran la emergencia climática y girar a una política energética para la transición justa de la mano de las comunidades”.
En este contexto se plantean distintas incógnitas, pues el método de fracturación hidráulica, al no estar implementado en México, pocos ciudadanos tienen conocimiento de las implicaciones medioambientales que atrae este tipo de extracción. Por esa razón, la Alianza Mexicana contra el Fracking explica en su página qué es, cómo opera y qué consecuencias tiene.
En la página oficial de la organización se define a los hidrocarburos de lutitas o shale como “petróleo y gas natural que se encuentran atrapados en los poros de formaciones rocosas poco permeables denominadas lutitas bituminosas situadas en el subsuelo. Suelen encontrarse a profundidades de entre mil y cinco mil metros”. Éstos son extraídos por medio de la fractura hidráulica o fracking.
“Esta técnica parte de la perforación de un pozo vertical hasta alcanzar la formación que contiene gas o petróleo. Seguidamente, se realizan una serie de perforaciones horizontales en la lutita, que pueden extenderse por varios kilómetros en diversas direcciones. A través de estos pozos horizontales se fractura la roca con la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a elevada presión que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros. Pero este flujo disminuye muy pronto, por lo cual es necesario perforar nuevos pozos para mantener la producción de los yacimientos”, explica la organización en cuanto a la metodología.
Y en un apartado más extenso explican las consecuencias de esta técnica:
Disminución de disponibilidad del agua en la región, contaminación de las fuentes de agua, impactos sobre la salud, emisión de gases y su contribución al calentamiento global e impactos negativos en otras actividades como la ganadería, la agricultura y el turismo.
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