La trayectoria política del ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha sido turbulenta debido a sus intensas campañas para llegar a puestos públicos, pero también por la gente cercana a él, pues en su círculo se han dado a conocer diversos escándalos relacionados con portafolios, ligas y sobres lleno de dinero en efectivo.
Antes de lo sucedido con su hermano Pío López Obrador y David León, ex coordinador de Protección Civil, el videoescándalo más relevante fue el de 2004, cuando se transmitió una grabación en cadena nacional, en la cual se mostraba a René Bejarano, mano derecha de López Obrador, guardándose fajos de billetes sujetados con ligas a un portafolio y al saco de su traje.
Otros escándalos fueron los de Gustavo Ponce, quien en ese año era secretario de Finanzas de la capital y fue captado apostando en un casino de Las Vegas, Estados Unidos, o el de Carlos Imaz, entonces delegado de Tlalpan, quien también recibió dinero sin reportarlo a las autoridades.
“Ante tanta evidencia, López Obrador no ha tenido empacho en seguirse promocionando como un adalid anticorrupción”, comentó el periodista Carlos Loret de Mola en un artículo publicado por The Washington Post, en donde refirió que a pesar de los dichos del presidente, “su plumaje está manchado. Y cada vez más”.
Y es que de acuerdo con el periodista que dio a conocer los videos del hermano de López Obrador a través de su plataforma LatinUs, “es muy fácil castigar a los enemigos corruptos. Lo difícil, lo que muestra a un estadista, es castigar a los amigos corruptos”.
Para Loret de Mola, la postura del presidente respecto a que el dinero que había recibido Pío López Obrador eran aportaciones del pueblo y no sobornos, constituyó una oportunidad desperdiciada para “legitimar su lucha anticorrupción y optó por dejarla al nivel de una revancha político-electoral”.
Además, la reacción de justificar tanto a su hermano como a David León, a quien “acababa de nombrar en una especie de zar anticorrupción para la distribución de medicamentos”, evidenció la manera en que minimizó el dinero ilegal, pues, comentó Loret, incluso se comparó con los héroes de la Revolución que recolectaban dinero para la lucha armada que acabó con la dictadura que vivía México.
Un hecho de suma relevancia para el reportero en donde se mostró el contraste del presidente López Obrador, fue que días antes se dio a conocer un video similar, en el cual dos colaboradores del Partido Acción Nacional (PAN) recibían dinero en efectivo, presuntamente para aprobar la reforma energética de Peña Nieto.
“Con el video de la corrupción ajena, el presidente se regodeó, lo transmitió en su conferencia matutina, declaró que era la muestra del Estado putrefacto y dijo: ‘Hay que poner al descubierto toda la corrupción... para estigmatizar a los corruptos'”, citó en su texto, para después compararlo con el video de su hermano, mismo que no transmitió en su rueda de prensa.
Otros de los temas que criticó Loret de Mola fue el hecho de que el presidente no sabía si el dinero había sido reportado a las autoridades electorales; sin embargo, refirió que los recursos no se declararon como lo marcaba la ley. Igualmente destacó el hecho de que López Obrador intentó deslindarse del tema, aun cuando en el video tanto David León como su propio hermano declararon que él sabía del dinero.
“El presidente de México quiere acabar con la corrupción, pero sólo la del pasado, no la de su gobierno”, sentenció el periodista, quien recordó los expedientes de las “inexplicables” casas y empresas de Manuel Bartlett; la vivienda que recibió en donativo de la titular de la SFP, Irma Eréndira Sandoval; y los contratos que el IMSS le asignó al hermano del director, Zoé Robledo.
“Los altos funcionarios saben que si están con el presidente, no se les castigará ningún delito. la lucha es contra la corrupción ajena. La de casa no sólo no se persigue ni se condena, sino que se exalta como una gesta heroica”, concluyó.
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