La Secretaría de Salud (SSa) dio a conocer que hasta este lunes 24 de agosto suman 60,800 muertes y 563,705 casos positivos acumulados de coronavirus en México.
Desde el Palacio Nacional, José Luis Alomía Zegarra, director de Epidemiología a nivel federal, señaló que se estima que 36,697 (6%) pacientes presentaron síntomas en los últimos catorce días, lo cual representa a personas que potencialmente contribuyen a la transmisión del virus.
De la semana 32 a la 33 se registró un decremento de 8% en casos estimados (suma de contagios confirmados y sospechosos) a nivel nacional, contabilizándose 597,353, hasta el último corte. En la curva de recuperados, en el mismo periodo, hubo una disminución de 12 por ciento.
A su vez, informó que la proporción de las personas que han dado positivo a la prueba de COVID-19 de las 1,263,835 estudiadas en el país, se ubicó en 43% para la semana 33.
Respecto a las defunciones estimadas (62,543) se observa una reducción de 56% en su ocurrencia. Asimismo, se han contabilizado 622,932 casos negativos, 77,198 sospechosos y 389,124 recuperados.
Alomía Zegarra señaló que el descenso en los casos positivos confirmados y la circulación viral continúa presentándose en las diferentes regiones del país. Además, el decremento en el número de casos estimados ya no es tan pronunciado como en semanas anteriores, por lo que el epidemiólogo no descartó la posibilidad de que se pueda observar una especie de meseta en la representación gráfica de esta curva.
En la ocupación y disponibilidad hospitalaria hasta el 23 de agosto, la Red IRAG reportó que existen 19,818 camas generales disponibles y 11,445 (37%) ocupadas. Con ventilador, a 7,033 pueden acceder los enfermos ante las 3,346 o el 32% de ocupación.
Conforme a los datos de la Secretaria de Salud, hasta el último corte, la entidad con mayor ocupación en camas de hospitalización general es Nayarit, pues tiene una ocupación de 68 por ciento.
En cuanto a la atención con ventiladores, Colima presenta 62% de saturación; le siguen Nuevo León con 58%, Aguascalientes con 52%, Ciudad de México con 44% y San Luis Potosí con 41 por ciento.
Por su parte, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, habló sobre las pruebas de laboratorio utilizadas para detectar la presencia del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad de coronavirus.
Las pruebas de Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR por sus siglas en inglés), avaladas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se basan en una muestra de las secreciones respiratorias y se toma con un isopo para ser procesada en el laboratorio.
Este test detecta el material genético del virus y, a través de la interpretación de resultados, se infiere cuál es la carga viral que podría tener una persona.
El subsecretario reconoció que México es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que realiza menos pruebas para detectar COVID-19, pues su modelo de vigilancia epidemiológica se basa en el reconocimiento de los síntomas.
“Proceso que ejecutan los gobiernos estatales que son quienes tienen el personal y las decisiones operativas en el terreno”, destacó.
Señaló que no existe la correlación de que “a mayor número de pruebas, mayor control”, pues la clave, señaló López-Gatell, es “usar correctamente las pruebas y tener las intervenciones de contención que es detectar a los casos, ponerlos en aislamiento, estudiar a sus contactos para contribuir a detener la transmisión.”, explicó.
Aclaró que el lineamiento de vigilancia epidemiológica no ha cambiado respecto a la indicación de hacer pruebas y que la cantidad de los exámenes realizados depende cuántas personas con síntomas son detectadas como casos sospechosos.
En este sentido, “si estas han bajado, en la medida que bajó el número de contagios, se hacen menos pruebas.” Señaló que a medida que avanzó la epidemia en el país, incrementó el porcentaje de muestreo hasta llegar casi al 100 por ciento.
Donde vemos un descenso de la epidemia, la epidemia va a la baja, el porcentaje de personas con muestra no sólo no va a la baja, ha subido. Entonces no hay ninguna indicación ni la práctica de reducir el muestreo, en tanto lleguen personas con síntomas, se identifiquen como casos sospechosos, se les tomará una muestra para diagnóstico
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