Cuatro años han pasado desde aquel sábado en una de las zonas más simbólicas de la droga en México, La Tuna, que se convirtió en el día que Consuelo Loera, la mamá de Joaquín “El Chapo” Guzmán, habría sido víctima de un asalto en su propia casa.
“La Casa Rosa”, como se le conoce a la construcción enclavada entre montañas verdes, se ubica dicho pueblito, cuna del fundador del Cártel de Sinaloa.
Ese sábado de junio un comando armado de 150 personas ingresó al hogar de Consuelo Loera, según reportó el medio Río Doce en 2016.
Con armas largas, los hombres entraron a la residencia que, incluso, cuenta con una capilla que solía estar abierta a la comunidad.
Ese día la progenitora del capo, que ahora purga una condena de cadena perpetua y 30 años adicionales, estaba en su casa con la mujer que le ayuda con las labores del hogar en la finca.
El comando armado irrumpió a punta de disparos y gritos a su morada, además de que cortaron el internet para evitar la comunicación de Consuelo con el exterior.
Los hombres presuntamente eran gente del grupo rival de Los Beltrán Leyva. Los testigos dijeron a Río Doce que al menos ocho personas habían perdido la vida y la casa había sido saqueada.
Entre los 150 circuló la versión de que también había gente de Isidro Meza Flores, “El Chapito”.
El motín extraído de la casa rosa: dos vehículos conocidos como Razers, así como tres motocicletas todo terreno y cortaron las líneas telefónicas y de Internet. También hurtaron vehículos de residentes de San José del Barranco, y de Arroyo Seco.
Los pobladores huyeron ante la permanencia del comando por varios días. No sólo de La Tuna, también salieron los de Arroyo Seco y La Palma.
Según investigaciones de la periodista Anabel Hernández, los atacantes llegaron hasta la mamá de “El Chapo” a quien le quitaron las llaves de la casa.
Cosa de minutos fue el saqueo en la casa rosa. Consuelo Loera lograba huir a bordo de una avioneta que despegó de una de las pistas clandestinas que hay en el lugar.
El ataque quedó solo en un susto para la madre del capo. Según los testigos consultados por Proceso, Consuelo Loera sólo estaba nerviosa y sin impacto en su salud. No fue herida.
La señora tiene actualmente 92 años de edad y en repetidas ocasiones ha clamado por la vida y dignidad de su hijo al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Un ejemplo de esto ocurrió en febrero del 2019, durante el llamado Juicio del Siglo cuando en una entrevista para la cadena de televisión Univisión, la mamá del Chapo solicitó al jefe del ejecutivo que intercediera por su hijo.
Sin embargo, el llamado no tuvo éxito, pues el proceso judicial de Joaquín Guzmán Loera en Nueva York concluyó en el veredicto que todos conocen, en donde al ex líder criminal se le confinó de por vida en una prisión de máxima seguridad de Estados Unidos.
En el juicio se le declaró culpable de los 10 cargos que lo acusaban, incluidos el tráfico de drogas y lavado de dinero, por los cuales se espera que le dicten sentencia oficial el próximo 25 de junio y sea confinado en la prisión de Florence, Colorado, lugar donde también se encuentra encerrado el terrorista estadounidense Theodore Kaczynski, El Unabomber.
El presidente mexicano, estrechó en marzo pasado la mano de la madre de Joaquín el Chapo Guzmán, durante una visita este fin de semana a la ciudad natal del famoso narcotraficante, preso en Estados Unidos, en un gesto que ha despertado fuertes críticas al mandatario.
En un video de 30 segundos publicado en Twitter a última hora del domingo, se puede ver al mandatario acercándose al automóvil de María Consuelo Loera, estacionado en un camino de terracería en las afueras de Badiraguato, un municipio montañoso en el noroeste del estado Sinaloa.
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