El país ha alcanzado un nuevo hito en la pandemia homicida. México, de 127 millones de habitantes, registró en julio 2,980 homicidios dolosos, alrededor de 96 diarios, lo que representa un aumento de 3.9 por ciento en comparación con las 2, 867 del mes anterior.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Durango y Querétaro encabezaron en julio a los estados con los mayores incrementos de víctimas de homicidio doloso con respecto a junio.
Pese a que el territorio guanajuatense es el puntero en víctimas de este ilícito —en lo que va de 2020 ha registrado 2, 695 asesinatos—, entidades como Aguascalientes, Quintana Roo, Baja California, Querétaro y Durango tuvieron aumentos considerables.
Durango triplicó el número de víctimas de homicidios doloso, pues pasó de siete en junio, la cifra mensual más baja de este año, a 22, la más alta del mismo periodo solo por debajo de las 20 registradas por las autoridades en febrero pasado.
Querétaro también tuvo números rojos en julio con 16 casos. Aunque esta cifra no es la más alta que la entidad ha reportado le sigue a un mes en el que apenas se habían consignado ocho personas asesinadas.
Para las autoridades, el aumento del número tiene una explicación clara: julio fue un mes tenso por las acciones emprendidas en Guanajuato, y que concluyeron con la detención del líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, José Antonio Yépez Ortiz, el “Marro”.
“Hemos logrado, no ha sido fácil, muy forzadamente una línea de contención del homicidio doloso, llevábamos ya cuatro cifras ligeramente a la baja, al hilo, pero en el mes de julio se sube 1.1% la explicación es que fue un mes muy tenso, derivado de todas las acciones de Seguridad Pública que se llevaron a cabo en Guanajuato, que concluyeron con la detención del líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, que es la organización criminal principal generadora de violencia en el estado”, explicó en conferencia de prensa, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.
Guanajuato atraviesa desde hace años una guerra entre capos. El mes de julio empezó con el asesinato de 27 jóvenes de un centro de rehabilitación del municipio de Irapuato, pocos días después de un operativo donde se capturó a 31 colaboradores del Marro, de los que 26 fueron liberados.
Este jueves mismo, en San Luis Potosí, un ataque de hombres armados terminó con la vida de Guillermo Alberto Pérez Moreno, coordinador operativo de la Fiscalía General de la República. Es solo el último episodio de este panorama negro, que cuenta sus semanas por matanzas, emboscadas y asesinatos múltiples.
A nivel nacional, el homicidio doloso no es el único que ha experimentado un alza durante los primeros siete meses del año. Los feminicidios también han reportado un aumento del 5.4 por ciento, de 537 registrados durante el mismo periodo en 2019 a 566 este año, la violencia familiar también ascendió un 1.6 por ciento, y la trata de personas un 2.5 por ciento, según las cifras presentadas por la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
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