En la última reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para analizar la actualidad de la pandemia de COVID-19, Alejandro Alemán, de Medicina Digital preguntó: “México, con 126 millones de habitantes, realiza en promedio 14 mil pruebas PCR diariamente, ¿es adecuada esta cantidad para el control de la epidemia? Las pruebas se aplican a través de una red de 23 mil unidades médicas, distribuidas en un territorio de 9.3 millones de kilómetros cuadrados.”
Para responder, la Doctora Maria Van Kerkhove aseguró que la Organización recomienda que, cuando existen “situaciones donde las capacidades de pruebas son limitadas o donde no haya suficientes pruebas, o donde el contagio sea muy intenso, tal vez se necesite priorizar cuántas pruebas se están haciendo”, sin embargo, también apuntó que una métrica que puede resultar de mucha ayuda “proviene de ver el porcentaje de positividad”, cuántos de esos test vuelven positivos, y si es un número alto, entonces deben hacerse más pruebas, porque quiere decir que hay casos que no estás viendo, aseguró.
“Sin pruebas, no sabemos dónde está el virus. Sin pruebas, es muy difícil llevar a cabo las medidas de salud pública que se necesitan; cuando detectas los casos activos, puedes saber dónde están los casos potencialmente contagiosos, puedes llevar a cabo la localización de contactos.”
Por su parte, el Doctor Mike Ryan, director del Departamento de Emergencias Sanitarias de la OMS, advirtió que “ciertamente, la escala de la pandemia y la epidemia en México está subestimada. Las pruebas en México continúan siendo limitadas, aproximadamente 3 pruebas por cada 100 mil personas al día, si lo comparas con Estados Unidos que está por encima de las 150 pruebas por cada 100 mil personas, diariamente. La positividad de las pruebas es muy alta, por encima del 50%, y eso significa que mucha, mucha gente no está siendo diagnosticada o es diagnosticada tarde, y esto tiene un impacto diverso en el país, con una clara diferencia entre la mortalidad entre los distritos más ricos y los municipios más pobres. La gente que vive en la pobreza en México, tienen casi el doble de riesgo de morir por COVID-19. También tiene un impacto diferente entre las comunidades indígenas.
México es el séptimo país más afectado por la pandemia de COVID-19, con más de 540 mil casos y casi 60 mil muertes, por lo que Ryan recomendó a México elevar los esfuerzos para aumentar el acceso a las pruebas diagnóstico, ya que en la escala que se realizan actualmente no se puede hacer una valoración realista de la situación.