La filtración de la denuncia de Emilio Lozoya, ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex) entre 2012 y 2016, provocó un giro de 180 grados en la política mexicana en las últimas horas. Las implicaciones de los señalamientos por corrupción contra casi una veintena de ex funcionarios de los gobiernos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón ya se pueden empezar a percibir en el ambiente.
Infobae México consultó a cuatro especialistas en política local para discutir sobre las consecuencias a corto, mediano y largo plazo que tendrá el documento de 63 páginas donde se relatan sobornos, intercambio de favores y una serie de delitos con los que Lozoya apuntó contra políticos de alto nivel, quienes se han desmarcado en las últimas horas.
Todos ellos coincidieron en que las filtraciones tiene un perfil totalmente político. Señalan que estas buscan forjar una narrativa en favor del gobierno de Andrés Manuel López Obrador como una administración que combate a la corrupción, uno de los ejes de su campaña electoral.
Además, apuntaron que permite entrever cómo se usará el caso para mover la conversación pública de regreso de la pandemia de COVID-19 y fortalecer el oficialismo rumbo a las cruciales elecciones intermedias de 2021.
El aspecto electoral
“El caso Lozoya se pudo haber convertido en un paradigma de la justicia en México de haber seguido con los procesos legales, pero volvió a ser un caso mediático como ha sido siempre por desgracia para el país”, lamentó Rubén Aguilar, doctor en ciencias sociales por la Universidad Iberoamericana y asesor político.
De acuerdo con el experto, el caso tiene “un director y un guionista, que es el presidente de la República, que organiza el espectáculo en la medida que no da pan, pero sí mucho circo”. El objetivo es claro, dijo: influir en las elecciones intermedias del próximo año, donde Morena, el partido de López Obrador, pondrá en juego su mayoría en la Cámara de Diputados.
En este aspecto, coincidió Alejandro Aurrecoechea, analista de riesgo político del Colegio de México. “Hay un patrón discernible donde López Obrador busca darle mayores reflectores a este tema a fin de ganar la narrativa hacia las elecciones de 2021 y fortalecer a su partido”, manifestó.
Y es que, en su opinión, la estrategia del mandatario es seguir contando con la legitimidad que recibió al ganar las elecciones de 2018 con una plataforma anti corrupción. “Se planteó como un candidato que iba a enfrentar a la ‘mafia en el poder’ y la mayoría de votantes validaron esta concepción. El caso Lozoya claramente se perfila para apuntalar esta narrativa para que su aceptación aumente y arrastre a su partido hacia arriba”, añadió.
En uno de los aspectos positivos para López Obrador se encuentra precisamente la idea reforzada de la llamada “mafia en el poder”. Con esta, el tabasqueño calificó a sus rivales políticos del PAN (Partido Acción Nacional) y del PRI (Partido de la Revolución Institucional), de acuerdo con Roberto Castillo, experto en Ciencias Políticas por el CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas).
“La idea del matrimonio entre el poder político y económico para poder reproducir sus intereses queda muy claro, es una idea que construyó durante muchos años antes de llegar a la presidencia”, indicó. Por ello, para Castillo, es un golpe duro al llamado “PRIAN”, como apodó a ambos partidos López Obrador en un intento de identificarlos como una misma organización con los mismos intereses.
Y es que las acusaciones señalan a 17 políticos, incluidos ex presidentes, secretarios de estado, senadores y actuales gobernadores, todos ellos del PRI y el PAN. Lozoya los señala por diversos delitos, desde coordinar y ordenar sobornos, como Peña Nieto, hasta delinear la llegada indirecta de Odebrecht a México con acuerdos y contratos a modo, como Calderón.
Para Castillo, la ahora oposición de estos partidos sufrirá en el terreno electoral, ya que vuelven a estar en la primera fila del escándalo. Asimismo, la narrativa que plantea López Obrador intentará colocar todo el peso sobre ellos, por encima de la propia actuación de su gobierno, que se defenderá con el discurso del combate a la corrupción. “El tema podría ser ‘seguimos adelante o que vuelvan los que permitieron que esto existiera’”, expresó.
En 2021 López Obrador no podrá estar en las boletas y la fuerza que le imprime a su partido ha sido crucial en 2018. Para ello, este caso podría ayudarle a “estar sin estar” en los comicios, indicó por su parte Daniel Saavedra, politólogo del ITAM (Instituto Tecnológico Autónomo de México).
“No veo que el PRI pueda ser competitivo en 2021, pero el PAN sí puede tener afectaciones, así como la organización de Margarita Zavala y el ex presidente Calderón (México Libre)”, expresó. Sobre todo, destacó el fenómeno de que figuras como Ernesto Cordero y Luis Lavalle, cercanos al ex mandatario, sean vistos todavía como personajes panistas.
“Por el lado de (Ricardo) Anaya, sí podría ser una implicación directa al PAN, porque el grupo que actualmente controla el partido es de él. Además, los gobernadores de Querétaro y Tamaulipas”, dijo, en referencia a los señalamientos de Lozoya contra Francisco García Cabeza de Vaca y Francisco Domínguez Servién. Todos ellos fueron señalados de recibir supuestos sobornos en el Senado para aprobar las reformas estructurales de Peña Nieto.
Sin embargo, debido a la naturaleza del caso, Saavedra sugirió prudencia. “No sabemos qué vaya a pasar en lo jurídico y cómo vayan a procesar esto los partidos y los actores. Podría funcionar para ambos lados”, precisó. “Un efecto boomerang contra López Obrador”, dijo por su parte Aguilar.
Una pantalla para olvidar la pandemia
Los expertos también hicieron énfasis en que la filtración de la denuncia es ideal para que López Obrador pueda volver a centrar la agenda y la conversación pública. Amurallar tema del combate a la corrupción y dejar de lado otros como la economía o la emergencia sanitaria por la epidemia de COVID-19.
“Es casi como si el documento se hubiera redactado con vistas específicas a erosionar la legitimación de los adversarios de López Obrador. No digo que haya mano negra, pero es una narrativa que juega muy a favor del presidente”, indicó Aurrecoechea.
Es la última carta que tiene para levantar a Morena y a su gobierno, después de su caída en las encuestas a raíz de la crisis económica, de salud y de seguridad
Aguilar sumó a este punto de vista. “Su lógica es intentar superar con el circo mediático su incapacidad en el manejo de la pandemia, los dos millones de empleos formales perdidos y el aumento de la pobreza”, aseveró. “Todo es ruido, ruido, ruido”, completó.
Sin embargo, para Castillo, el documento que presentó Lozoya ante la Fiscalía General de la República (FGR) abrirá las puertas a dos discusiones centrales: la legitimidad de las reformas estructurales llevadas a cabo entre 2013 y 2014 y la revisión de los contratos otorgados en las dos administraciones pasadas.
La justicia de lejos, lo mediático de cerca
Los expertos alertaron también por el timming, oportunismo y posible ilegalidad de las filtraciones presentadas esta semana. A la demanda de Lozoya se le suma un video presentado el lunes con una supuesta entrega de sobornos a ex funcionarios del Senado.
“El presidente ha dicho que no importa la validez jurídica, que lo importante es que la sociedad se entere. ¿De qué? Del show que está construyendo, cuántos están siendo difamados y cuántos son corruptos”, cuestionó Aguilar. Además, indicó que el Fiscal, Alejandro Gertz Manero, debería presentar su renuncia. “Lo estimo, pero me parece que está siendo un instrumento del presidente”, añadió.
No le interesa la justicia a López obrador, le interesa el espectáculo para cubrir la incapacidad y malos resultados de su gobierno
Aurrecoechea agregó que la filtración “fue claramente originada por intereses políticos. La filtración de este tipo de información está penada y puede violar el debido proceso”, alertó. “Se ensucia el proceso, mi sentir es que están jugando para la opinión pública”, completó Saavedra.
El pronóstico no es alentador para ninguno. “Es claro que las implicaciones van a ser del orden político y esperemos que termine el proceso con los culpables en prisión. Evidentemente, la mayoría de las personas está indignada”, cerró Castillo.
“Lo veo con gran tristeza y preocupación. Como mexicanos queremos que haya menos corrupción, más respeto al estado de derecho, que se castigue a los responsables, pero todo este juego mediático podría echar abajo muchas acusaciones, es triste ver el papel de la FGR, que se supone es independiente”, culminó Aurrecoechea.
“Estan jugando a mostrar que se está haciendo algo, pero con los antecedentes, hay temor de que se caiga el caso. Va a dar mucho de qué hablar por meses, quizá por años, pero no sabemos todavía esas implicaciones a largo plazo”, cerró Saavedra.
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