Tunden en redes a Marta Lamas por esta frase:“Los hombres que van con trabajadoras sexuales son porque tienen esposas frígidas”

La activista dijo esta oración durante un debate que trataba el tema de trabajo sexual en México

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Esposas frígidas es el término que Martha Lamas decidió utilizar para describir a las mujeres (Foto: Instagram / @melissafdezchagoya)

Usuarios de Twitter condenaron las declaraciones de Marta Lamas, investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) adscrita al Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), durante un debate en torno al tema de trabajo sexual.

Esto a razón de que en algún momento de la conversación establecida con Melissa Fernández, doctora en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo que los hombres, como consumidores de servicios sexuales, acuden con trabajadoras de este ramo porque “tienen esposas frígidas”.

“Cómo funciona el patriarcado en las mujeres, o sea, porque muchos de los hombres que van con trabajadoras sexuales, son porque tienen esposas frígidas, ¿no? Y son porque ha habido una doble moral que ha dividido a las mujeres en decentes y putas, y que también ha impedido que las mujeres asuman su deseo sexual”, dijo en el debate que se transmitió vía Instagram.

El debate en torno al trabajo sexual tenía dos posturas: regularlo o abolirlo (Foto: Twitter / @MexasResistExt)
El debate en torno al trabajo sexual tenía dos posturas: regularlo o abolirlo (Foto: Twitter / @MexasResistExt)

Al parecer, numerosos usuarios ignoraron el debate que duró casi 40 minutos y fragmentaron esta cita para repetirla de manera descontextualizada, pues si bien en Twitter se hizo tendencia el nombre de la activista por los derechos de la mujer, solo 27 segundos de esta conversación amplia se han difundido.

Desde que inició la conversación entre Fernández Chagoya y Lamas Encabo, la también catedrática del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) planteó sin miramientos morales el ejercicio de la sexualidad por algún tipo de beneficio o en particular el económico.

Lamas planteó que existen dos tipos de intercambios sexuales: los expresivos y los instrumentales. Los expresivos son los que parten del deseo y la voluntad. Los instrumentales son los que se pactan a cambio de algún tipo de beneficio no sexual.

El debate ocurrió en sana concordia entre las pensadoras mexicanas (Foto: Captura de pantalla / Instagram / @melissafdezchagoya)
El debate ocurrió en sana concordia entre las pensadoras mexicanas (Foto: Captura de pantalla / Instagram / @melissafdezchagoya)

Yo cojo contigo porque quiero conseguir algo”, sintetizó Marta Lamas.

Y es en este rubro donde entra el intercambio monetario en la sexualidad y procuro diferir entre trabajo sexual y comercio sexual, pues en el segundo término se enuncia, de manera indirecta al usuario.

Así mismo, Lamas entró en discusión ideológica, pues reconoció que normalmente el feminismo confunde el comercio sexual con la trata de personas y añadió que el comercio sexual es una práctica histórica, pero que al permanecer como un tema tabú, no se le presta la suficiente atención para garantizar las mejores condiciones para su práctica.

Es hora de una discusión de la legitimidad del trabajo sexual”, insistió la doctora. No obstante, recalcó que esto no es hablar de legalidad, sino de ejercer ese trabajo sin riesgos, donde se garantice la autonomía y libertad de quien presta este servicio.

El sexoservicio es un tema poco tratado en México (Foto: Cuartoscuro)
El sexoservicio es un tema poco tratado en México (Foto: Cuartoscuro)

De igual modo, Melissa Fernández coincidió en que se debe de ser muy cuidadoso al no confundir el consumo y comercio sexual con la trata y explotación sexual.

“Yo encuentro indispensable hacer en este arenal trata con fines de explotación sexual y aquí de consumo y comercio sexual; si bien, son fenómenos que se pueden vincular, es super importante diferenciarlos”, declaró Fernández Chagoya.

Sin embargo, se diferenció de Lamas al abordar el tema desde un punto clasista, pues las mujeres normalmente son las que ejercen esa profesión y los hombres son los que pagan. Desde ese punto de vista, ella justificó su ideología abolicionista, en vez de la reguladora, como lo plantea Lamas.

Desde este lugar reconozco una asimetría entre varones y mujeres que históricamente, casi de manera exclusiva, son las mujeres las que brindan servicios sexuales”, aseguró.

En este sentido, la profesora investigadora de la Universidad Claustro de Sor Juana expresó su repudio al intercambio monetario por sexo, ya que le parece una “sexualidad subordinada” y lo resumió al decir que no le agrada la idea de “consumir cuerpos a cambio de dinero”.

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