Para variar, el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros dos gobernadores posaron sin cubrebocas en la fotografía grupal de la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), en donde hablaron sobre las medidas que seguirán guiando al país ante la crisis sanitaria por el coronavirus (COVID-19).
Tras casi dos horas de junta, los integrantes de la Conago discutieron con el presidente la estrategia ante la pandemia en México, en el estado de San Luis Potosí.
Al término de esta, el mandatario federal y los gobernadores estatales se reunieron para tomarse la foto oficial, sin embargo, destacó que ni él, ni dos miembros de la Conago portaban cubrebocas.
Se trató de Omar Fayad, gobernador de Hidalgo y Adán Augusto López, gobernador de Tabasco quienes, además del presidente no portaban mascarilla, pese a que el país contabilizó este día 58,481 defunciones.
Cabe señalar que ambos gobernadores estuvieron enfermos de coronavirus. Al recuperarse informaron a la ciudadanía, a través de sus redes sociales, que habían finalizado su periodo de cuarentena y habían dado negativo en sus últimos análisis.
Omar Fayad se dió positivo a la prueba de COVID-19 el pasado 28 de marzo y el 23 de abril anunció que ya se encontraba bien y retomaría sus actividades de trabajo.
“Hoy regreso a todas mis actividades de trabajo, ya fui dado de alta por #COVID19; después de 25 días salí negativo en las pruebas PCR del Laboratorio @Salud_Hidalgo y del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos #InDRE de @SSalud_mx. ¡Hidalgo no se detiene!”, dijo el mandatario.
Mientras que Augusto López, quien también contrajo la enfermedad en marzo, anunció el 4 de mayo que había resultado negativo en su prueba de COVID-19 tras 35 días de cuarentena.
“Les comparto que tras realizarme una nueva prueba del Covid esta resultó negativa, por lo que he recibido el alta médica luego de 35 días en aislamiento y seguir los protocolos sanitarios. Agradezco su solidaridad, sus muestras de cariño y buenos deseos. ¡Tabasco saldrá adelante!”, dijo.
Por su parte, el presidente López Obrador solo ha sido visto usando cubrebocas en sus vuelos comerciales, postura que ha sido criticada por muchos, pero también justificada por el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.
En múltiples ocasiones el funcionario ha señalado que, aunque el cubrebocas sirve para no contagiar a otros, su uso no es obligatorio, sino recomendado para evitar que haya abusos entre la población.
Detalló el pasado 13 de agosto, que “el cubrebocas es una medida de uso personal, y si se impone como una disposición obligatoria, en vez de una recomendación hay un riesgo importante de que se cometan abusos, pero además, siendo una medida auxiliar, no principal, hay un riesgo importante de que se culpen mutuamente en los ciudadanos”.
Además, señaló que la utilidad de las mascarillas está dirigida a proteger a las personas que se encuentran cerca, no a quien lo porta. Esto se debe a que el cubrebocas es una barrera que no permite que las partículas de la saliva o estornudo salgan libremente por el espacio, no obstante, si alguien que no lo usa estornuda, podría infectar a otros aunque tengan mascarilla, ya que el virus puede contagiarse por los ojos.
Además de este factor, señaló que el gobierno no ha implementado el uso del cubrebocas de forma obligatoria porque esta medida podría derivar en más casos como el de Giovanni López, quien fue asesinado bajo el señalamiento de que no usaba mascarilla en la vía pública.
Por otra parte, un análisis de la plataforma Mexico’s Covid-19 Tracker, señaló que si todas las personas utilizaran cubrebocas en los espacios públicos, los contagios de coronavirus en el país se podrían reducir mínimo un 8.6%.
MÁS SOBRE ESTE TEMA: