Etileno XXI, una planta que se encarga de procesar el etano para convertirlo en plástico, comenzó sus operaciones en México a partir de la aprobación de su contrato durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012).
Recientemente, el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que dicho acuerdo millonario debía ser cancelado por estar envuelto en corrupción. Además, en su denuncia de hechos Emilio Lozoya, director de Petróleos Mexicanos (Pemex) en la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018), destacó como los últimos dos sexenios Etileno XXI habría sido parte de una serie de actos corruptos relacionados con su operación.
Todo comenzó con un contrato celebrado sin la aprobación ni el conocimiento del Consejo de Administración de Pemex. Este acuerdo multimillonario constaba en que la petrolera mexicana le vendería el Etano a la empresa Braskem, relacionada con la brasileña Odebrecht, pero con un descuento inexplicable del 25%.
De acuerdo con la denuncia Emilio Lozoya consultada por Infobae México, las razones para entregar este contrato a Braskem fueron “estrictamente políticas”, pues existían otras empresas que podrían haberse interesado por el negocio como Grupo Alta y Grupo Desc.
Este negocio derivó en 84 millones de pesos en sobornos entregados en el siguiente sexenio. Sin embargo, durante la gestión de Calderón Hinojosa “muchos panistas recibieron fuertes sumas de dinero”. Incluso, Lozoya destaca que:
Baskem se posicionó tanto que recuerdo que hicieron una parte de una sesión del consejo de administración en los Pinos en presencia de Felipe Calderón
Destacó que al revisar el otorgamiento de contrato, en especifico el acta 827 presidida por Jose Antonio Meade Kuribeña, ex candidato presidencial y entonces secretario de Energía, notó que se había evadido la discusión con Pemex del contrato, así como “una larga lista de factores que evidenciaban lo desventajoso y turbio de la condiciones que favorecían a Braskem”.
En el planteamiento de Lozoya se dio a conocer que Meade Kuribeña habría señalado que no tenía obligación de informar al Consejo de la firma del contrato. Además, el ex funcionario indicó que:
El proyecto Etileno XXI consumía todo el Etano disponible, lo que dejaría sin futuro a Pemex petroquímica en la cadena de butano.
Por otro lado, aseguró que ignoraron los comentarios del comité sobre la inadecuada fórmula para el precio del Etano, las elevadas penalizaciones por incumplimiento de entrega y la latente posibilidad de que la producción del material cayera.
Estas acciones fueron calificadas por el Consejo como “manipulaciones instrumentadas de cara a ‘aprobar’ el proyecto de Etileno XXI”. Sobre ello, el consejero Rogelio Gasca Neri, habría destacado en un acta del consejo que el proyecto no era integral para la industria petroquímica y que afectaba negativamente al principal jugador de la industria, “PPQ”.
Etileno XXI con Enrique Peña Nieto
Bajo estas condiciones habría comenzado la operación de la planta de Etano durante la transición al gobierno de Enrique Peña Nieto, donde se habrían pagado sobornos por alrededor de 84 millones de pesos.
El documento de Lozoya destacó que, para ese entonces, Braskem debía dinero al grupo de Ernesto Cordero Arroyo y José Antonio Meade, pero condicionó la entrega por la garantía de continuidad de contrato para Etileno XXI.
Este pago se haría por medio del entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, de quien el ex director de Pemex ha señalado que recibía distintos tipos de órdenes. A su vez Lozoya apuntó:
Esta situación fue aprovechada por Luis Videgaray Caso para condicionar la entrega de dichos recursos a cambio de que efectivamente votaran a favor de las Reformas Estructurales
Una vez que se le dio continuidad al acuerdo, Braskem comenzó a dar los supuestos sobornos en efectivo por aproximadamente 84 millones de pesos para legisladores y funcionarios mexicanos. Estos habrían sido entregados por Luis Alberto de Meneses Weyll, director de Odebrecht en México, a Rodrigo Arteaga Santoyo, quien los repartía.
Además hace referencia a otros 84 millones, de los cuales 32 fueron entregados a un representante de Videgaray llamado Álvaro Rivera. Estos serían gestionados por secretario de Hacienda o entregados al Secretario de Finanzas del PRI, Luis Vega Aguilar, para su repartición, contó Lozoya.
Además de estos sobornos, el ex director de Pemex señaló que del 15 y 20 de septiembre de 2015, Videgaray entregó 8 millones 390 mil pesos entre los siguientes funcionaros: González Anaya, Meade Kuribeña, Carlos Treviño Medina,ex funcionario de Hacienda y otros ex funcionaros que presuntamente extorsionaban al gobierno federal.
Entre los ex senadores señalados en la denuncia se encuentran también Ernesto Cordero, Salvador Vega Casillas, Jorge Luis Lavalle Maury y David Penchyna Grub, del PRI, Rafael Caraveo, funcionario del PAN; y Lourdes Mendoza, periodista.
Braskem había dado sobornos en los años 2010 y 2012 y el ex director de Pemex señaló que durante el primer trimestre del 2013 recibió una llamada de Meade Kuribeña en la que le pedía que no criticara públicamente dicho contrato ni lo revisara, pues el presidente Peña Nieto estaba al tanto de lo ocurrido y “él había participado en el proceso”.
De cara a lo que se le estaba presentando, Lozoya destacó que por los términos y condiciones del contrato sería mucho más caro y riesgoso tratar de modificarlo, por lo que no lo hizo.
Varios de los señalados han comenzado a reaccionar negando las acusaciones del ex director de Pemex, algunos incluso aseguran que es ataque público hacia ellos y que demandarán por los señalamientos.
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