Una mujer estadounidense fue encontrada muerta en Matamoros, Tamaulipas, México, solo un día después de que su madre reportara su desaparición.
Lizbeth Flores viajó a la ciudad fronteriza mexicana el pasado 9 de agosto y dijo que regresaría esa misma noche a su casa en Brownsville, Texas, de acuerdo con lo relatado por su madre, María Rubio.
Luego de esperarla por varias horas, Rubio se comunicó con el Departamento de Policía de Brownsville, el 10 de agosto, para hacer una denuncia por desaparición después de perder contacto con la joven de 23 años. El cuerpo de Flores fue encontrado el 11 de agosto.
De acuerdo con información de los medios locales, la joven habría ido a México para visitar a su novio.
No obstante, su cuerpo fue hallado sin vida en un predio baldío del libramiento Emilio Portes Gil, al noroeste de la ciudad, con heridas en la cabeza sufridas luego de que fuera golpeada con una piedra que se encontraba en el lugar del incidente, reportó la policía de Matamoros.
Además de esto, los investigadores policiales detallaron que a Flores, quien era madre de dos hijos, le quitaron una parte del cuero cabelludo y le sacaron los dientes a la fuerza.
“Perder un hijo es como que te arranquen el corazón”, dijo Rubio el pasado viernes, durante una entrevista con Telemundo.
“Me siento muy triste por lo que le hicieron a mi hija. Cómo la dejaron es lo que me duele. El dolor por el que pasó mi hija allí en ese momento es lo que me duele‘‘, agregó.
La madre de la occisa se encuentra haciendo los trámites correspondientes con autoridades estadounidenses y mexicanas para repatriar los restos de Lizbeth Flores a Texas. Hasta este lunes 17 de agosto, el Gobierno de Matamoros no ha anunciado arrestos.
Según KRGV-TV, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) está involucrado en la investigación, porque Flores era ciudadana estadounidense.
La creciente crisis de seguridad en México ha afectado a toda la población; sin embargo, las cifras apuntan que la violencia golpea de modo distinto a las mujeres, quienes solo por el simple hecho de serlo, se encuentran más expuestas a sufrir alguna agresión o situación que ponga en riesgo su vida.
En este contexto, la Cámara de Diputados propuso la homologación del delito de femicidio para que los 32 estados del país reformen sus legislaciones a fin de establecer criterios comunes y condenar con penas de entre 40 y 60 años de cárcel por los asesinatos de mujeres por razón de género.
“La propuesta de homologar el tipo penal de femicidio servirá para que el delito se investigue, persiga, sancione y repare de la misma forma en todo el país”, expresó la presidenta de la Cámara, Laura Rojas, según un comunicado de la institución.
Esta propuesta fue presentada por la presidenta de la Comisión de Justicia, la diputada Pilar Ortega, junto con la Fiscalía General de la República (FGR), durante una sesión virtual por la pandemia de la COVID-19.
La iniciativa prevé sancionar los femicidios en todo el país con penas de 40 a 60 años de prisión y que para acreditar el delito se demuestre una razón de género.
También busca incorporar en todos los estados el tipo penal de femicidio, dado que “en el ámbito local la mayoría de estos casos imputan como homicidio en razón de parentesco”.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía (INEGI), divulgadas en 2019, de los 46,5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en el país, el 66,1% (30,7 millones) ha enfrentado violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor alguna vez en su vida.
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