Además del Tren Maya, el gobierno de López Obrador tiene planeada otra obra ferroviaria de pasajeros. La Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF), según información de El Universal, está preparando una ruta de 317 kilómetros de extensión que conectará el puerto de Salinas Cruz en Oaxaca, con el puerto de Coatzacoalcos en Veracruz.
Este nuevo Tren del Istmo de Tehuantepec no tiene todavía asignada una parte del presupuesto para el Paquete Económico 2021, sin embargo, el periódico El Universal accedió a la información entregada a la Unidad de Inversión de la Secretaría de Hacienda y crédito Público para revelar que la obra pública cruzará por 788 localidades a lo largo de 29 municipios.
Según esa misma información, las 12 estaciones de ascenso y descenso proyectadas son: Tehuantepec, Ixtepec, Matías Romero, Mogoñé, Jesús Carranza, Medias Aguas, Jáltipan, Minatitlán y Chinameca, con terminales en Salinas Cruz y Coatzacoalcos.
El proyecto del gobierno federal Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec incluye al Corredor Interoceánico como uno de sus puntos más importantes. Se pretende modernizar la infraestructura que conecta al puerto veracruzano con el oaxaqueño. Menciona que estas labores se harán en trabajo conjunto con la población indígena y afromexicana que habita las regiones del Istmo.
Sin embargo, esta no es la primera ocasión en la que se plantea un proyecto interístmico para el desarrollo y enriquecimiento de la región.
Según un artículo del Instituto de Geografía de la UNAM escrito por Norma Martínez-Laguna, María Teresa Sánchez-Salazar y José María Casado Izquierdo publicado en el 2002, desde las primeras décadas posteriores a la independencia de México, hay varios intereses dirigidos a este territorio.
En 1842 el gobierno mexicano hizo concesiones a empresas estadounidenses e inglesas para la construcción de un tren (y explotación de recursos naturales) para conectar al océano Pacífico y Atlántico a través del istmo. Sin embargo, cuando se finalizó el Canal de Panamá en 1916, la inversión extranjera perdió interés en el tren mexicano.
Fue hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas que, junto a la naciente empresa de Petróleos Mexicanos (Pemex), se reactivó el interés por el Istmo de Tehuantepec. Uno de los objetivos era la rehabilitación del puerto de Salina Cruz que había en función de que la inversión se concentraba en la región de Coatzacoalcos, que se encontraba más cerca de los yacimientos petrolíferos más importantes de la época.
Las siguientes administraciones siguieron privilegiando al puerto veracruzano en función de intereses comerciales extranjeros. Por ejemplo, en el Mega Proyecto Istmo impulsado por López Portillo y De la Madrid, la pesca, la sal y el desarrollo urbano de Oaxaca ocupaban el lugar séptimo y noveno en la lista de prioridades del proyecto.
Fue hasta el gobierno del expresidente panista Vicente Fox que, con el Plan Puebla-Panamá (PPP), se incluyeron como ejes del desarrollo del Istmo de Tehuantepec la mejora de los servicios de salud, educación y el respeto a los pueblos indígenas, entre otros. Muchos de estos temas también se incluyen en el actual Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, en los hechos, el presupuesto de las obras que participaron en el 2002 se enfocó con un 69% en la construcción de carreteras. Las académicas de la UNAM aseguran que en lo referente al proyecto que tuvo lugar hace 18 años “su autoría no es nacional, sino que forma parte de los viejos proyectos geo-estratégicos de Estados Unidos”.
El próximo año se cumplirán casi dos décadas desde que se destinó una importante inversión para el desarrollo de esta región. Actualmente, las vías del sistema ferroviario que conecta Coatzacoalcos con Salina Cruz, se encuentran en el abandono.
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