En Guanajuato, la violencia —por lo menos en el corto plazo— no amainará. Por el contrario, será más álgida. Los sicarios del Cártel de Santa Rosa de Lima andan en busca de nuevos pactos y un nuevo líder.
La noticia de la detención del cabecilla de dicho grupo criminal, José Antonio Yépez Ortiz, el “Marro”, el pasado 2 de agosto, ha tenido efectos ambivalentes en el estado. Por un lado, una sensación de paz, principalmente para los que habitan en la región Laja-Bajío, y por otro, el aviso de una nueva guerra por el reacomodo de la organización.
La detención del Marro ha dejado vacante el trono de un sanguinario cártel, que tiene una importante presencia en varios municipios de Guanajuato, además de zonas colindantes en el norte y sur.
Hay un temor en las autoridades que se desate la violencia que, según los analistas, no será inmediata, porque el gobierno ha congelado cuentas, desmantelado inmuebles y capturado a varios integrantes del Cártel de Santa Rosa de Lima.
Actualmente, el “Marro” afronta un par de cargos ante la Fiscalía General de la República. No obstante, la herencia criminal sigue. Esta misma semana, cuentas en redes sociales replicaron imágenes de un narcomensaje supuestamente del Cártel de Santa Rosa de Lima firmado por el “Azul”.
“Esto les pasó por putos torcidos, vende ranchos culeros, vamos por ti Yeyo joto, y tu cholo pata chueca, putos mata inocentes pendejos, y aquí estamos para toparlos”, se lee en el mensaje colocado en la ciudad de Celaya.
La advertencia se podría interpretar como un nuevo liderazgo al interior del Cártel de Santa Rosa de Lima.
Los expertos advierten que la caída de José Antonio Yépez Ortiz podría mandar una señal a los lugartenientes del CDSL para independizarse y formar células y grupos nuevos. Éstos creen que habrá un proceso interesante de reestructura al interior de la organización. Habrá que esperar a ver quién se queda en su lugar.
Lo que más preocupa a los analistas y autoridades, sin embargo, es que otros grupos criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación lean la captura del “Marro” como una señal de debilidad del cártel huachicolero. Esto podría desestabilizar ciudades como Celaya, Irapuato y Villagrán.
La lucha de los delincuentes del CDSL por el control del territorio tiene también otros frentes. En Querétaro y Michoacán la captura podría tener repercusiones en el enfrentamiento entre el CJNG y el Cártel de Sinaloa que buscan controlar estas zonas.
El CJNG se formó con pistoleros de Sinaloa que se mudaron a Guadalajara (Jalisco), para brindar protección a las familias de los capos que residen ahí. En marzo de 2012 se rompen las relaciones entre el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, pero la organización de Ismael, el “Mayo” Zambada continúa teniendo mucha influencia sobre ellos.
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