Ante la desenfrenada cifra de contagios por COVID-19, México mantiene su lucha a contrarreloj de la creación de la vacuna para combatir ese mal, que inició en China a finales de 2019, pues a la fecha el país lleva un registro de más de 500,000 contagios y 55,908 decesos.
Luego de que se dio a conocer que, Argentina y México producirán la vacuna contra el COVD-19, y que será desarrollada por el laboratorio AstraZeneca en colaboración con la Universidad británica de Oxford, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), quien coordina su producción, creó el Comité Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Desarrollo de Vacunas (CNCTI-Vacunas).
María Elena Álvarez, directora general del Conacyt, anunció que la creación de dicho Comité, del que forman parte una serie de expertos, busca desarrollar un plan estratégico para la investigación de vacunas.
“El Conacyt tiene el compromiso de tener desde nuestro país una soberanía científica y tecnológica en áreas como el desarrollo de vacunas”, dijo María Elena durante el llamado webinario científico denominado “desarrollo de vacunas COVID-19”, que organizó el organismo a su cargo.
El objetivo de la creación del Comité es asegurar la capacidad de investigación científica y anticiparse a este tipo de retos, ya que la pandemia de coronavirus no será la única en registrarse en el mundo.
El Dr. Arturo Reyes, quien fue ponente del webinario y parte de la estrategia en busca de la vacuna, además de ser investigador, actual catedrático de Oxford y graduado del Instituto Politécnico Nacional, expresó que para llegar a la aprobación de la vacuna primero se debe “conocer al enemigo”, en este caso el virus SARS CoV2, el cual está rodeado de una proteína llamada Spike o espícula.
Además, recalcó que las fases para autorizar el uso de las dosis son:
Preclínica: prueba de animales, ratones o macacos para evaluar respuestas inmunes y protección contra infección viral.
Fase I: se aplica una prueba en pequeños grupos de personas (20-50).
Fase II: pruebas en cientos de personas para confirmar seguridad del uso e inducción de respuesta.
Fase III: prueba de miles de personas y eficacia.
El investigador enfatizó que es muy importante que México cuente con su vacuna a corto plazo, ya que el virus se mantiene afectando al mundo y es probable que los ciudadanos tengan que recibir más de una dosis. Aseguró que casi todos los desarrolladores se encuentran en China.
En cuanto a la economía del país para ejecutar la vacuna, afirmó que el proceso no es tan caro y México ya tiene listos a los científicos que la desarrollan.
Hace un par de días, la fundación Slim del magnate mexicano, Carlos Slim, anunció que los procesos para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus comenzarán esta misma semana, sin esperar a que la fórmula de AstraZeneca y la Universidad de Oxford culmine su tercera fase, para poder adelantar los tiempos de distribución en caso de que sea aprobada.
“El proceso comenzará. Todo el proceso, la transferencia de tecnología, después la fabricación y la distribución, pero este acuerdo se firmó para empezar este 14 de agosto”, enfatizó Arturo Elías Ayub, vocero de la fundación.
Según explicó el portavoz, adelantar la producción es un “riesgo” que tiene el objetivo de tener la vacuna disponible lo antes posible, por lo que el acuerdo podría adelantar hasta en un año la distribución de las dosis en la región.
En ese sentido, la fundación aporta el capital económico para que se compren todos los materiales necesarios para la producción, lo que asegura la factibilidad económica del desarrollo del fármaco en Argentina, a través del laboratorio mAbxience.
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