Luego de 12 horas nocturnas luchando contra el COVID-19, María de los Ángeles Ojeda viaja desde el Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) hacia el Complejo Cultural Los Pinos, ahí, la espera una pequeña cama habilitada junto a una ventana con balcón, se trata de la misma habitación donde el sexenio pasado dormía el ahora ex presidente Enrique Peña Nieto.
Y es que, desde hace más de tres meses, la que fuera residencia oficial de los mandatarios mexicanos por ocho décadas, abrió sus puertas para alojar a personal médico que trabaja en la atención de la pandemia. El pasado 4 de mayo, el IMSS anunció la llegada de 58 trabajadores de la salud y comunicó que tendría espacio hasta para 100 residentes.
Junto con cuatro compañeras más, María de los Ángeles ocupa la pieza principal de la Casa Miguel Alemán, donde hasta noviembre de 2018 dormía Peña Nieto.
“La idea era encontrar espacios que pudieran servir para tener áreas de descanso, alimentación, que contaran con lavandería, aseo, con todo lo que merecen quienes hoy están al frente de esta batalla salvando vidas”, dijo en mayo pasado Zoé Robledo, titular del IMSS.
Por ello fueron adecuadas habitaciones de la Casa Miguel Alemán, la Cabaña Número Dos, tres dormitorios del antiguo Estado Mayor Presidencial, el comedor de Molino del Rey, el antiguo helipuerto y las canchas de fútbol como espacios recreativos. Esto, para recibir al personal de los Centros Médicos Nacional de La Raza, Siglo XXI y el Hospital General de Zona No.27, de Tlatelolco
María de los ángeles tiene 31 de edad, y desde hace 12 años trabaja para el IMSS. Algunas fotografías de su estancia en Los Pinos las ha compartido en sus redes sociales. Al igual que otras selfies donde se le ve con careta y todo el aquipo para atender pacientes de la enfermedad que ha dejado 55,000 muertos y 505,000 contagios.
Luego de su jornada, un autobús la espera para llevarla por las mañanas a la Casa Miguel Alemán, al llegar, atraviesa el vestíbulo principal con piso de mármol y un candelabro que cuelga del techo; después sube una escalera semi redonda que da al primer piso. Camina por un pasillo y llega a la habitación principal.
“Se siente bonito y la casa está muy bonita. Obviamente los muebles no son los que estaban antes, ni las camas. Son camas chiquitas, pero están muy cómodas. Está muy cómodo. Nos consienten mucho”, dijo a Reforma la enfermera. También contó que cuenta con tres comidas al día, servicio de lavandería y sanitización del lugar donde se aloja.
Sobre la epidemia, refirió que sube y baja, pues en el área de Neomología, donde está encargada, tienen 16 camas y el pasado 6 de agosto, todas estaban ocupadas con 7 apoyos ventilatorios. María de los Ángeles labora tres días por semana, desde las 20:30 a las 8;10 horas en la Raza.
Los pinos fue decretado como espacio cultural a la llegada de Andrés Manuel López Obrador, quien consideró la residencia como un lujo innecesario, por lo que decidió mudarse a Palacio Nacional, donde vive en un departamento adecuado al Estado Mayor presidencial en el sexenio (2006-2012) de Felipe Calderón.
Son unos treinta residentes del personal sanitario que habitan donde Angélica Rivera posó para la revista de sociales Marie Claire en 2014.
Los Pinos fue donde Felipe Calderón se construyó un búnker y una sala de cine. En su periodo, Gustavo Díaz Ordaz mandó a hacer una pista de go-karts para sus hijos. Mientras que José López Portillo se mostraba corriendo por los jardines sin camisa, desayunando en familia y nadando por la alberca que mandó a construir junto a un elevador, además ordenó que fuera habilitado un tren eléctrico para no cansarse en sus recorridos.
Llamada así por el presidente que mandó a construirla, la Casa Miguel Alemán ocupa un espacio de 5,000 metros cuadrados; en su interior hospeda a las cuatro enfermeras que tienen horario nocturno.
Cuando empezó la pandemia, a María de los Ángeles le dijo una prima suya que rentaran, pero no lo hizo, porque el dinero que ganaba no era suficiente para pagar alquiler, comida y transporte. Fue a finales de abril pasado cuando se registró en la convocatoria lanzada por el IMSS para hospedar personal médico en hoteles. El 4 de mayo, la dependencia le preguntó si seguía interesada y si le sería incómodo compartir habitación. Ese día recibió el mensaje de que era aceptada en Los Pinos.
Los primeros días no podía descansar a gusto, pues estaba sola y tenía miedo, pensaba que alguien entraría. Pero con el tiempo pudo dormir hasta mejor que en casa. La enfermera es procedente de Tultitlán, Estado de México, donde habitaba con su familia hasta mayo pasado.
Una de sus angustias más constantes era contagiar a su madre. Pues su hermana, de la misma profesión, resultó infectada, pero pudo aliviarse. Mientras pasa el tiempo teme contraer la enfermedad. Seguirá en Los Pinos hasta que las autoridades lo determinen.
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