César Carrillo Leyva “El Cesarín”, asesinado a balazos en su casa de Navolato, Sinaloa, es sólo uno de los hijos del fallecido narcogtraficante Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”.
En la dinastía de “El Señor de los Cielos” sobreviven tres hermanos más: Vicente, Amado y Juan. De los tres, Vicente Carrillo Leyva, el primogénito, también fue hace poco más de una década titular en las primeras planas del país.
Vicente Carrillo Leyva, conocido como “El Ingeniero”, fue detenido en 2009, en plena guerra del gobierno de Felipe Calderón contra el narcotráfico.
Su aprehensión llamó la atención: no era un capo de sombrero y bigote. Por el contrario, usaba al momento de su detención ropa deportiva de marca.
El sitio donde lo capturaron tampoco era cualquiera ni un monte o una ranchería en la montaña. “El ingeniero” fue atrapado mientras se ejercitaba en Las Lomas de Chapultepec, un exclusivo barrio de la Ciudad de México.
El hermano mayor de “El Cesarín” formaba parte de lo que se llamó “narcojuniors”. Los herederos de los cárteles y fortunas que hicieron sus padres y abuelos con la venta de drogas. A diferencia de sus ancestros, ellos fueron educados en caras universidades, incluso fuera del país.
Vicente Carrillo Leyva, por ejemplo, estudió ingeniería eléctrica en España y Suiza, de acuerdo con reportes de medios.
“El Ingeniero” era de gustos refinados. En 1994, con apenas 17 años, compró una casa antigua en el barrio de La Colonia Americana, una exclusiva zona de Guadalajara, Jalisco.
De estilo afrancesado, el lugar fue la sede de una boutique de la lujosa marca de ropa Versace.
Años después de concluir sus estudios, “El Ingeniero” se dedicó a lavar el dinero de la organización criminal de su padre, quien murió en 1997 de un infarto luego de recuperarse de una liposucción y una cirugía estética de rostro.
El Ingeniero fue condenado a 7 años de prisión acusado de lavar alrededor de 1 millón de pesos. Su sentencia la cumplió en el penal de Occidente, en el estado de Jalisco. De los seis procesos penales que se le abrieron, de cuatro fue absuelto y condenado por dos.
Salió de la cárcel en junio de 2018.
Aunque ese mismo año daría de qué hablar. Meses después de probar la libertad, Carrillo Leyva iba en un auto en el barrio de Polanco, otra vez un lugar lujoso. Policías pararon al chofer de El Ingeniero, quien se identificó con la credencial falsa.
Al parecer, los policías lo reconocieron, lo apartaron y le pidieron sus documentos. Al presentar la falsa identificación, debieron detenerlo y presentarlo ante el Ministerio Público por el posible delito de falsificación de documentos. Pero no fue así.
Todo indica que el narcotraficante sobornó a los policías y estos lo dejaron escapar.
Desde entonces, su paradero es un misterio.
El Cártel de Juárez, basado en la ciudad del mismo nombre en el estado de Chihuahua, cercana a la frontera de Estados Unidos quedó al frente de César y Juan, de acuerdo con el sitio InSight Crime.
Actualmente el cártel opera como un jugador regional. Buena parte de su brazo armado, La Línea, quedó demolido entre 2010 y 2011, con la detención de el “Diego”, su cabecilla.
La muerte de César pudo ser ordenada por otros narcojuniors “Los Chapitos”, quienes son hijos del fundador del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
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