Defensivos y ofensivos. Blindados, protegen, amedrentan y bordean. Los camiones monstruo se han convertido en un búnker indispensable de los narcos mexicanos.
El Cártel Jalisco Nueva Generación los ha hecho parte de su sello personal a la hora de atacar a sus rivales. Este jueves, medios y cuentas en redes sociales publicaron imágenes y vídeos donde aparecen presuntos integrantes de la organización criminal de Nemesio Oseguera Cervantes, el “Mencho”, exhibiendo su poder ante las cámaras.
Los supuestos sicarios expusieron una unidad de blindaje artesanal, en medio del ataque del pasado 25 de julio, en la comunidad La Estanzuela, donde se enfrentaron el CJNG y de Tepalcatepec, sin que se reportaran muertos o heridos.
El camión es espacioso en el interior y a juzgar por las imágenes, habría sido modificado para albergar a los pistoleros. La carrocería está recubierta por dentro con una especie de hule, que pretende aislar el sonido de los disparos.
Aunque su aspecto no les permite pasar desapercibidos, varias de estas unidades circulan ante los ojos de las autoridades. El pasado 20 de julio, el Cártel Jalisco Nueva Generación lanzó una grabación, en la que más de 80 pistoleros emitieron amenazad a sus rivales.
El desafió causó polémica por las armas y los vehículos propiedad de los sicarios.
Alexei Chevez, consultor en temas de seguridad, explicó a Infobae México que este tipo de camiones los usan los cárteles para hacer una demostración de fuerza, ya que son “grandes y pesados, lo que los hace difíciles de maniobrar y difíciles de esconder en cualquier territorio”.
El experto admitió que hasta el momento las camionetas monstruo de dicho video son las de más alta sofisticación que ha visto, ya que, a diferencia de los mostrados por otras organizaciones criminales, tiene dos torretas.
Hasta ahora se desconoce cuál podría ser el costo de estos vehículos, pues probablemente se trata de camiones del servicio panamericano —de entrega de dinero— a los que se adapta la coraza, que da la impresión de ser un vehículo de uso militar. También se ignora si usan acero balístico; sin embargo, lo que sí es posible señalar es que los cárteles modifican la suspensión y palanca de velocidades, entre otros.
En México, una camioneta SUV blindada nivel 3 tiene en el mercado un precio estimado de 2 millones de pesos mexicanos, mientras que las unidades de nivel 4 o 5 puede llegar hasta los 4 millones de pesos.
Chevez detalló que la parte más sensible de todo vehículo blindado son los vidrios, y esto es algo que saben los sicarios, pues las ventanas de sus camionetas son muy pequeñas, lo que los hace menos vulnerables a los ataques de enemigos.
Este tipo de vehículos se popularizó en 2001, cuando el Ejército mexicano incautó un inmueble de Los Zetas, donde se dedicaban a construirlos. Cuatro narco tanques se incautaron en Nuevo Laredo, Tamaulipas, además de otros 23 camiones que serían modificados.
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