El cuidado de las relaciones sociales y afectivas será fundamental durante las clases a distancia. Y es que atender este tipo de relaciones con otros compañeros es una forma de autocuidado para hacer frente a problemáticas que se derivan de la pandemia de COVID-19, según consideró una académica de la Universidad Iberoamericana (IBERO).
De acuerdo con la doctora Ana Paola Sáenz, si bien existen suficientes herramientas tecnológicas para hacer frente al nuevo ciclo escolar a pesar de la situación sanitaria, no se debe dejar de lado el aspecto afectivo y social de la educación.
La educación no es sólo aprendizaje y memorización de conceptos, también implica relaciones y emociones entre compañeros de clase y docentes, señaló Sáenz, responsable del Programa de Tutorías del Departamento de Psicología de la universidad.
Las relaciones deben ser consideradas y estimuladas para que el aprendizaje sea significativo, pues la dimensión emocional y psicológica es fundamental durante el proceso educativo
Es importante que alumnas y alumnos comprendan que la educación también está relacionada con la comunidad de aprendizaje; por lo cual, es necesario hablar con los compañeros de grupo, interactuar con ellos, preguntarles cosas; así como hablar con las profesoras y los profesores, tener retroalimentación con ellos para no sentirse rebasados por el semestre. Es indispensable que los jóvenes fomenten comunidad de aprendizaje y no de aislamiento
La académica recomendó a los jóvenes estudiantes priorizar la interacción durante el semestre con otros miembros de la comunidad educativa ya que el uso excesivo de medios electrónicos y el distanciamiento social impuesto para frenar la propagación del virus pueden provocar aislamiento o la percepción de que “tenemos todo bajo control”.
La psicóloga de la IBERO recomendó a los estudiantes analizar qué prácticas les resultaron funcionales durante la conclusión a distancia del semestre anterior, así como cuáles no, y preguntarse qué acciones repetirían. El distanciamiento social es una necesidad ante la propagación del virus, pero el aislamiento no es una buena opción, consideró.
La doctora también compartió con los estudiantes un decálogo para tomar clases en línea de forma “tranquila y productiva” sin descuidar el bienestar personal, familiar y social.
Las recomendaciones comprenden establecer acuerdos en casa sobre el tiempo que se empleará en el estudio; organizar el día cotidiano; establecer objetivos diarios; preparar la información necesaria para trabajar; cuidar la salud física y mental; no hacer “multitask” durante clases; interactuar con compañeros y compañeras; compartir dudas e inquietudes con los profesores; no negar, sino dar un espacio a la ansiedad y al miedo, y darle un espacio a la reflexión y al reconocimiento.
No sólo somos lo que trabajamos y lo que estudiamos. Poder incorporar los aspectos familiares, de relaciones, el no aislamiento y la atención a las emociones permite que nos miremos como seres integrales que requieren tener equilibrio en todas su áreas
Ana Paola Sáenz Jiménez es académica de la Universidad Iberoamericana y doctora en psicología con enfoque en salud por la Universidad Nacional Autónoma de México. Se especializa en la evaluación de impacto de programas de intervención psicosocial, psicoterapia, reinserción social y prevención de la violencia de género y prevención del delito.
La IBERO inició el semestre Otoño 2020 con clases a distancia el pasado lunes 10 de agosto. De acuerdo con la institución, los estudiantes de licenciatura, ingeniería, posgrado y de los programas de Técnico Superior Universitario tomarán clases desde casa hasta que las condiciones sanitarias estén dadas y en el momento que las autoridades local y federal permitan el regreso.
La universidad diseñó asignaturas híbridas para el ciclo escolar que serán impartidas de manera presencial y a distancia, mientras que habrá algunas materias que se ofrecerán totalmente en línea.
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