México rebasó las 50,000 muertes por COVID-19 y el miedo de la población a acudir a hospitales puede tener una grave incidencia.
Este 10 de agosto en la portada del New York Times (NYT) Natalie Kitroeff y Paulina Villegas documentaron el miedo de los mexicanos a los hospitales y cómo éste provoca una atención médica que llega demasiado tarde para pacientes de coronavirus.
“Prefiero quedarme en casa y morir”, reza la pieza que comienza con la llegada de una Suzuki gris a las puertas del Hospital General de la Ciudad de México (CDMX) donde se transporta un agonizante Víctor Bailón quien llevaba días negándose a la atención médica por el miedo a morir a manos de doctores.
“¡Papito, respira! Respira, por favor” son las palabras que las periodistas citaron de boca de la esposa de Víctor. Una hora después, Bailón moriría.
Con 52,000 muertes confirmadas por la Covid-19, México enfrenta el tercer brote de Coronavirus más grave a nivel mundial. Situación agravada por un enraizado miedo al sistema hospitalario.
El NYT recupera el caso de la epidemia por Ébola en Sierra Leona durante el 2014. En ella, familiares y vecinos se contagiaron por las personas atendidas en casa debido a que consideraban a los hospitales como desesperanzadoras “trampas mortales”.
En México, escriben, ocurre algo similar. La pandemia aplasta un sistema de salud previamente débil, mientras los cuerpos se apilan en camiones refrigerados, muchos mexicanos perciben la sala de atención para casos de Covid-19 como un destino mortal y que debe de ser evitado a toda costa.
A consecuencia, miles de personas son abatidas por la enfermedad sin siquiera ver el interior de un hospital; fallecen en taxis camino a buscar atención médica de último momento o en sus casas.
Según epidemiólogos consultados por las periodistas, combatir la enfermedad en casa provoca que la enfermedad se esparza con mayor amplitud, además de que esconde el verdadero alcance de la pandemia, pues muchas personas mueren sin ser diagnosticadas con el coronavirus.
Muchos mexicanos dicen tener buenas razones para desconfiar de los hospitales: según el reportaje del NYT, en la ciudad de Nueva York, menos del 25% de los pacientes murieron en hospitales, mientras que en la Ciudad de México cerca del 40% de las personas internadas por la Covid-19, fallecen.
La doctora Olivia López Arellano, titular de la Secretaría de Salud de la CDMX, admitió para el periódico neoyorkino que aproximadamente la mitad de las muertes por coronavirus en hospitales ocurren en las primeras 12 horas desde que el paciente es ingresado. Mientras que en Estados Unidos (EE.UU.) los casos mortales típicamente pasan 5 días en el hospital.
Según doctores consultados por Natalie y Paulina, más personas sobrevivirían al virus si se atendieran a tiempo. La tardanza en buscar asistencia médica provoca más muertes en hospitales y, por lo tanto, más temor a los mismos.
Las periodistas retoman el caso de la irrupción a un hospital de Ecatepec ocurrido en mayo, cuando varias personas atacaron a empleados de las instalaciones de salud a la vez que se filmaron junto a cadáveres asegurando que los doctores estaban matando a sus seres queridos.
José Eduardo, el hermano del difunto Víctor Bailón, afirma “preferiría quedarme en casa a morir allá” tras asegurar haber visto videos de lo que le pasa a los pacientes en los hospitales.
Según el conteo oficial, México ya tiene más muertes por Covid-19 que cualquier otro país, excepto EE.UU. y Brasil, sin embargo, según el gobierno, actualmente hay 71,000 muertes más de las esperadas lo que indica que el virus ha reclamado más vidas de las registradas por el conteo oficial.
En una encuesta publicada por El Financiero el mes pasado, 70% de los mexicanos declaran sentirse inseguros de llevar a sus seres queridos a un hospital durante la pandemia. Un tercio preferiría cuidarles en casa.
Ante esta situación, Hugo López-Gatell urge a la población mexicana a acudir a los hospitales a tiempo, recupera el NYT.
Según el medio estadounidense, en un país plagado por corrupción, la desconfianza a las autoridades muchas veces se extiende al personal médico de los hospitales públicos.
Las reporteras recuperan los testimonios de diferentes personas que, como Modesto González, desconfían de los hospitales pues escucharon que el gobierno quiere dejar morir a las personas de la tercera edad debido a que sus pensiones son muy costosas. Héctor Mauricio Ortega cree que los doctores infectan a las personas porque “los países tienen que cumplir una cuota de personas muertas cada año”.
Raúl Pérez, quien al momento de ser entrevistado por las periodistas llevaba 16 días pernoctando afuera del Hospital General de la CDMX, dice haber conocido ya a siete familias cuyos seres queridos entraron por una enfermedad diferente de la Covid-19 y terminaron contagiados.
Él mismo esperaba a su hermana quién entró por una cirugía de cerebro y le fue informado que había sido diagnosticada con coronavirus. “Sólo quieren deshacerse de una paciente más.”
La doctora Olivia López afirma que ha habido una campaña de noticias falsas esparciendo rumores sobre trabajadores de la salud atacando a personas dentro de los hospitales y lucrando de sus muertes.
El Dr. Ernesto Nepomuceno relata al NYT que en su clínica de Iztapalapa las y los doctores tienen que realizarse mediciones con el oxigenómetro a ellos mismos para convencer a los pacientes de que no les están robando información al hacer la prueba.
Cuando, dos días antes de fallecer, Víctor Bailón acudió a una clínica local y sus niveles de oxígeno en la sangre resultaron bajos, le rogó a su esposa, Fabiola Palma Rodríguez, que no lo llevara al hospital.
MÁS SOBRE ESTE TEMA