Las autoridades mexicanas en materia sanitaria han realizado una gestión “dolorosamente defectuosa” de la pandemia de COVID-19 en el país y se han mostrado incapaces de transformar directrices, recalcular y tomar nuevas decisiones con base en la información que diariamente circula sobre la enfermedad, considero Salomón Chertorivski Woldenberg, presidente del Consejo Consultivo Ciudadano del partido Movimiento Ciudadano (MC).
Para tener una idea de la dimensión de la pandemia en el país, por lo menos se debe multiplicar por tres el número oficial de víctimas mortales, indicó el político y economista. Se trata de una situación sin precedentes históricos en el último siglo a nivel mundial.
El ex secretario de Salud durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa señaló que si bien el sistema de salud mexicano tiene muchas fortalezas, ha sufrido golpes muy fuertes desde 2016 con las disminuciones presupuestales y particularmente desde 2018, con la llegada de la nueva administración, tras la desaparición del Seguro Popular que atendía a 53 millones de mexicanos y las múltiples trabas en la compra de medicamentos.
Chertorivski Woldenberg, quien también se desempeñó como secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México, consideró que a diferencia de 2009, cuando México fue el epicentro de la pandemia de influenza, en 2020 se tuvieron dos meses previos a la llegada del virus al país que se desperdiciaron pues no hubo preparación alguna.
Durante la conferencia virtual “Salud, economía y pandemia en México, ¿hacia dónde?”, el economista por el Instituto Tecnológico Autónomo de México consideró que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha cometido siete fallas durante la gestión de la pandemia.
Según su opinión,en primer lugar, el gobierno federal erró en la toma de decisiones centralizadas y en la coordinación y rectoría de las entidades e instituciones, pues no estableció directrices claras y no puso a trabajar al Consejo de Salubridad General.
Su segunda falla fue haberse negado ante la evidencia de que era necesario realizar pruebas para establecer el tamaño del problema, identificar focos de infección, hacer un mapa de contactos y hacer confinamientos “quirúrgicos”, es decir, intervenciones precisas que permitieran controlar la pandemia y no únicamente mitigarla.
Por otro lado, en consideración de Chertorivski, el gobierno no ha ofrecido información oportuna y confiable. Ha dicho 20 veces que “se aplanó la curva”, que “se alcanzó el pico”, desorientando la comprensión del tema. Una cuarta falla, relacionada con la anterior, es que la comunicación oficial no ha sido certera, consistente y congruente. El presidente se negó en un principio a aceptar el problema y siguió de gira “abrazando gente”, y aún hoy sigue sin recomendar el uso de cubrebocas.
Las medidas de política sanitaria no lograron disminuir los contagios: el confinamiento no contuvo la pandemia en el país porque no se establecieron mecanismos que efectivamente disminuyeran la cantidad de personas que necesitaba salir a trabajar. En sexto lugar, hubo una mala preparación del sistema de salud para la atención hospitalaria pues no se compraron insumos médicos a tiempo.
El economista señaló que el hecho de que haya camas vacías en hospitales es una medida “con muchos bemoles” pues supone que las personas fallecieron antes de llegar al hospital debido a la indicación de no salir de casa hasta que se presentaran situaciones de emergencia.
Finalmente, Chertorivski consideró que la decisión de regresar a la “nueva normalidad” se precipitó por la prisa del presidente por salir de gira, aún cuando ninguna de las métricas reconocidas internacionalmente para la reactivación se había cumplido.
El político recomendó que se deben rectificar las directrices nacionales en función de la información actualizada sobre el virus SARS-COV-2 que, hoy se sabe, tiene una capacidad de contagio de 5.7 personas por individuo infectado.
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